Somos un país auto degradado sin ilusión. Nosotros quienes lo habitamos y de él vivimos renegamos -algunas veces con razón-, las más no, distorsionamos, generamos una serie de dichos, decires y chismarajos.
A veces estos comentarios crecen de razón y en otras se magnifican según el interlocutor, sin haber fundamento alguno; gracias a ello y a muchas otras cosas que las englobamos en la “idiosincrasia”.
Nos encontramos lastimosamente en parte de la situación que padecemos, aplaudimos a quienes robaban al gobierno, sin percatarnos que era a nosotros a quienes robaban.
Por ello hicimos héroes a los asesinos y timadores, hoy que casi todos sufrimos alguna pérdida de familiares o económica, solo se nos ocurre culpar al gobierno nacional, sin percatarnos de que fuimos y somos copartícipes del serio problema que el país enfrenta.
Críticas han sobrado, lo de Ayotzinapa, se le denomina según Proceso, como un Estado fallido. Me pregunto y lo de Tamaulipas en San Fernando, Jalisco, Nuevo León, Michoacán y muchos graves sucesos ocurridos desde hace 10 años ni siquiera se mencionan.
Será acaso omisión o simplemente disimulo, pero de todos es sabido que lo de Guerrero y lo de Michoacán otros tantos, más curiosamente nadie lo dijo hasta hoy que tenemos un presidente que “pisa callos”,
Esto lo hace con sus propuestas de cambios, pero se le critica hasta el agravio, tal vez se prefiriese hacer como anteriormente se realizaba, primero cambio, luego lo hago ley, para ese espacio entre la ejecución y la promulgación de la ley tuviese reversa y…
Todos nos dedicamos a criticar, parece un deporte, más no hacemos nada por proponer, tal vez las tiren a la basura, más habrá de llegar el momento que de tantas propuestas algunas se escuchen.
Por ello me llama poderosamente la atención la propuesta de un joven médico de la localidad, quien tuvo la brillante idea de proponer lo que en otros países es ley en los crímenes menores, lo propone para la mujer, por su rama médica, pero no es privativa de sexo alguno, sirve a todos.
En síntesis la propuesta menciona que quien delinque por vez primera, por necesidad, como por ejemplo el hambre, el delincuente sea sancionado, con una penalización externa, no penalizada con el internamiento presidiario.
Sería colocarles un dispositivo electrónico, de fácil localización, imposible de quitar, por persona ajena a la ley.
Con esto además de no aprender las mañas que poseen los presidiarios, pudiese enmendar su camino y no ser marcado como delincuente profesional.
Eso es sólo una propuesta, pero en lo del Estado o del municipio, o nacionalmente, asociaciones de mexicanos pensantes, podrían hacer propuestas económicas, métodos de seguridad adecuados, que permita no mueran de ninguno de los bandos de tantos mexicanos, buenos o no, pero mexicanos todos.
La idea de la propuesta no sólo invita a quienes viven o ejercen la jurisprudencia, es un espacio abierto para todos nosotros titulados o no, yo felicito al Dr. Bracho por tener el civismo de exponer uno de los flagelos persistentes y obscuros de nuestro sistema legal.
Hay otros más en otras ramas, en otras disciplinas humanas todas ellas perfectibles, pero tenemos que animarnos, no podemos dejar a nuestra patria desamparada por sus ciudadanos.
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