Asegura un viejo y conocido refrán que el miedo no anda en burro. Quizá por ello, luego de la valiente denuncia de la diputada Magaly Deándar Robinson, quien presentó pruebas contundentes del saqueo al presupuesto de la Universidad Autónoma de Tamaulipas por 450 millones de pesos, el rector carnal, Guillermo Mendoza Cavazos, dimitió ante el Consejo Universitario y puso pies en polvorosa. Éste nombró en su lugar a Dámaso Leonardo Anaya Alvarado, un hombre probo.
Con ello, se inaugura una nueva era en la máxima casa de estudios de la entidad. El MVZ Anaya Alvarado cuenta con el apoyo de los directores y las comunidades de las 26 unidades académicas, facultades y centros de estudio de la universidad, pues, además de tener un claro perfil universitario desde las aulas, donde tuvo un desempeño de excelencia, se ha mantenido en una constante preparación habiendo obtenido la maestría en Administración de Empresas Agropecuarias y el doctorado en ciencias de sistemas agropecuarios y medio ambiente.
Siendo jefe de la División de Postgrado y catedrático Facultad de Medicina Veterinaria, fue invitado por el gobernador del estado, el doctor Américo Villarreal Anaya a ocupar la Secretaría de Desarrollo Rural en el Ayuntamiento de Ciudad Victoria en la que se considera que tuvo un papel destacado, sobre todo en lo relacionado al financiamiento de la producción agroalimentaria. Se le reconocieron características de eficiencia, rectitud y entrega.
En sesión extraordinaria efectuada al mediodía del primero de diciembre, la Asamblea aprobó por unanimidad la propuesta presentada por los directores de la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia de Ciudad Victoria; de la Unidad Académica Multidisciplinaria Reynosa Rodhe y de la Facultad de Ingeniería de Tampico, para que el Doctor Dámaso Anaya Alvarado sea quien ocupe la rectoría interina de la UAT.
Éste ocupará el cargo por un periodo de seis meses, luego del cual deberá convocar a elecciones para elegir al sustituto del defenestrado, aunque, dado el apoyo y las simpatía que ha suscitado su primer nombramiento, se estima que sea él mismo quien continuará al frente de la universidad y la conduzca para que logre la total recuperación del prestigio que tuvo en épocas pretéritas, siendo reconocida entre las mejores del país.
En su toma de posesión expresó: “Son tiempos de transformación social, que exigen un mayor compromiso de la universidad para formar profesionistas con sentido social y calidad educativa, donde priorice la educación dentro de un ambiente participativo y colaborativo, con un modelo de acercamiento de nuestro quehacer universitario hacia los demás. Por ello, promoveremos el fortalecimiento de una universidad humanista”.
¡Qué así sea!