Hoy, sólo por hoy y sólo a la entrada de esta colaboración, vamos a ser el Grinch del Día de la Amistad, ¿Por qué? Por lo siguiente.
Feliz “Día de la Amistad” (así entrecomillado, por favor), aunque te volteaste y te hiciste de la vista gorda, cuando a tu “amigo” y vecino, le estaban saqueando la casa, ni le telefoneaste al afectado, ni le ponchaste las llantas a los cacos.
Feliz Día de la Amistad, pese a que te hiciste “loco”, cuando te diste cuenta que a tu colega locatario o tendero, lo estaba atracando un mozalbete con cuchillo y le pudiste haber caído al malandrín por atrás, lanzándole a medio metro de distancia, una portola (lata de sardinas) o estrellándole una caguama en la chompa.
Feliz Día de la Amistad, sin importar que al ser testigo de que a tu compañero de trabajo le estaban birlando la batería de su coche, tú simplemente te hiciste “pato”, cuando que hasta cinco veces al día le envías Whatspp con cualquier tontejada, chistorete o video grosero.
Feliz Día de la Amistad, cuando tienes años haciéndote de una despensa gubernamental y sabes que hay un “amigo” tuyo que en realidad SÍ la merece y que además últimamente la está pasando más mal, pues se quedó sin empleo, pero, como para ti están “primero tus dientes, que tus parientes”, le dijiste que no pudiste conseguirle ese apoyo, así que mejor le mentiste, a ese al que muchas veces has llamado “hermano de mi alma”.
¿AMIGOS? ¡MIS… AMÍGDALAS!
Dicen que los amigos se cuentan con los dedos de las manos y hasta nos sobran algunos.
Hoy en día, festejar este 14 de febrero, no deja de ser lo que es, una festividad creada por los comerciantes.
Es un día donde, se practica el más puro ejercicio mercantil, es decir, muchos compran el afecto de otros “sinceros” amigos.
Tal para cual, dignos semejantes, gente igual a ellos.
Ojalá que en el amor estemos mejor todos, porque en la amistad ya vimos que hoy en día, en Nuevo Laredo, no se nos está dando muy bien que digamos.
Como que hemos dejado para después aquello de “por ti mi hermano, daría mi brazo diestro” o algo menos comprometedor, como: “lo que se te ofrezca, estamos para echarnos la mano, en todo”.
ADIÓS GRINCH
Pero bueno, ya dejemos atrás la amargura, mejor es desearnos entre todos, un feliz Día de la Amistad, y algo más importante, es que sin decirlo a nadie, lo pongamos en práctica.
Que verdaderamente nos empeñemos en ser esos amigos que solíamos ser años atrás, que no nos envenene la situación.
Que el alma nos reverdezca, que el buen ánimo para con los demás, nos brote al por mayor.
Que el ser mejor gente, nos florezca de nuevo, cultivemos amigos, como antes.
Feliz Día de la Amistad.