Al leer una nota fechada en el Distrito Federal donde se indica que se legisló para que los hombres que adeuden pensiones a sus hijos no puedan volver a casarse, ni adoptar niños se me hace una medida muy fuerte.
Para evitar que los futuros contrayentes se salten la ley, la Comisión de Atención a Grupos Vulnerables del Distrito Federal determinó que los hombres que aspiren a volver a contraer nupcias presenten constancia de que no aparecen en el Registro de Deudores Alimentarios Morosos, Redam, que busca inhibir que los padres incumplidos procreen más hijos dentro de otro matrimonio que pudieran quedar desamparados debido a esos varones irresponsables.
Explico que esa medida se me hace muy fuerte, sí, nunca pensé que se llegara a ese grado en un Estado del país para obligar a los padres irresponsables a pagar la manutención de sus hijos.
Pero así será el tamaño del problema para que se hayan decidido a no solapar a padres irresponsables que provocan muchos problemas en los hijos abandonados económicamente, éste es un tipo de violencia contra la familia que resulta intolerable.
La legislación es atingente, necesaria y justa, porque no es posible que después de una separación, el padre se vuelva ojo de hormiga o simplemente voltee hacia otro lado para no tener que cubrir los gastos que le corresponden por haber traído al mundo un hijo o hija.
Esa medida debería ser extensiva al resto del país, y concienciar a las mujeres de que eviten privar a sus hijos del derecho que les corresponde al reclamar la pensión que debe entregarles religiosamente quien los procreó o los tiene registrados bajo su nombre.
Mucho camino hay por andar en estas medidas que considero revolucionarias en un país donde el abuso parental es cosa de todos los días.
Esperemos que los legisladores tamaulipecos estén viendo esos ejemplos progresistas y busquen adecuar las leyes a lo que la sociedad reclama, sobre todo porque hijos abandonados económicamente muchas veces ante las necesidades del hogar toman caminos equivocados dedicándose a actividades ilícitas, lo cual tiene un costo muy alto para la sociedad en general.
La medida del D.F. es fuerte, pero a grandes males, grandes remedios. Si hay un padre irresponsable no se debe solapar, como sucede en Estados Unidos que los traen cortos para que cubran las necesidades de los hijos, algo similar debe aplicarse en México.
MUCHAS PALOMAS
Lejos han quedado los días en que Tamaulipas era un paraíso para los cazadores de venado y de paloma ala blanca.
La inseguridad desplomó el sector cinegético, para los cazadores venidos no sólo de Estados Unidos, sino de otros países; resulta peligroso acudir a los municipios tamaulipecos donde practicaban este deporte.
Los efectos negativos en la economía se ven no sólo en la caída de ingresos debido a que los cazadores han sido ahuyentados, ahora a esta situación se suma el hecho de que la sobrepoblación de palomas y huilotas ocasionará daños en las cosechas de sorgo.
Y aún cuando se usan semillas que no gustan a las aves, el problema sigue latente. La incursión de las autoridades para pacificar el Estado no dan resultados en el sector cinegético que sigue deprimido debido a la ola delictiva.
Entre los municipios más afectados son los localizados cerca de la frontera, los mismos que a principios de la década anterior tenían un negocio floreciente con la llegada de visitantes que tramitaban sus permisos ante las autoridades del sector y dejaban una derrama muy fuerte entre los ranchos de la zona.
Qué estrategia aplicarán las autoridades para rescatar este sector, se desconoce ya que hasta ahora no ha habido ningún pronunciamiento al respecto por parte de Miguel Angel Osorio Chong, secretario de Gobernación.
Correo electrónico: derrotero@hotmail.com
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