Hablar de una elección ya no me causa incertidumbre. Es de todos sabido que muchos votos no la ganan, ni con un amplio porcentaje; ni que un candidato con suela desgastada sea el vencedor. Tampoco creo que las urnas robadas sean algo serio para discutir, ni tampoco quiero saber de dónde vamos a sacar un mesías político, o si ya existe.
Para ser sinceros ese tema me desgasta. ¿A ustedes no?
Lo que sí me interesa saber es qué piensan los analistas en política acerca de la actual situación, qué propuestas tienen.
A mi me parece que todo se reduce al imperialismo y los convenios que hacen los gobernantes en turno. Y lo peor de todo es que, aunque se alerte por parte de la sociedad civil por medio de organizaciones, los políticos siguen haciendo lo que quieren, cuando quieren.
Las grandes empresas controlan todo, casi todas norteamericanas, quienes están sustrayendo agua de los ríos de Veracruz, según publicó la revista Barrio Antiguo.
En el pueblo denominado como mágico, llamado Coatepec, ubicado a pocos kilómetros de la capital Xalapa, en los años 70 privatizó el 80 por ciento de los mantos acuíferos del lugar y hoy en día ya no queda nada de sus puras y ricas aguas. Ahora los habitantes tienen que acarrear agua potable del Estado vecino, Puebla.
En Nuevo León, el estadio ubicado en el municipio de Guadalupe que se encuentra a faldas del Cerro de la Silla, se construyó encima de mantos acuíferos que la empresa Femsa tiene prohibido utilizar, ya que está protegida por leyes federales… hasta el momento.
En el sur del país, en Michoacán existen municipios autónomos que resguarda el ejército zapatista. Los lugareños decidieron su independencia para ganar la batalla contra la voracidad de empresas extranjeras que, aliados con los gobiernos municipales, diariamente sacaban camiones repletos de troncos de maderas finas y casi acaban con las reservas de árboles de la zona que es venerada desde sus antepasados mayas, según explicó un lugareño.
Esto no es nuevo, ya que alguna vez tuve ocasión de platicar con un general del Ejército mexicano retirado y me confesó que, en los Estados de Campeche y Veracruz justo en las plataformas petroleras, él y sus compañeros resguardaban con una alta seguridad nacional ductos enormes del diámetro de su altura (como de 1.80 metros), que cruzaban por todo el Golfo de México a Estados Unidos para mandar cantidades impensables de petróleo. ¿Qué el petróleo no es nuestro y para usarlo tienen
que pedirlo primero?
En Quintana Roo los hermosos manglares donde habitan miles de especies silvestres están siendo destruidos para colocar en su lugar hoteles que después visitamos, y nos olvidamos que alguna vez ahí hubo fauna que murió sólo para dar cabida a espacios turísticos.
Y así podría seguir nombrando zonas y recursos que están siendo explotados indiscriminadamente, que es donde habita la riqueza de México.
Los acuerdos con los gobiernos locales y nacionales son los que permiten la explotación de las empresas principalmente extranjeras para llenar las bolsas de los grupos oligárquicos que se turnan al gobierno y que llegan ahí gracias a compadrazgos, como ya todos saben y no por medio de la democracia.
Ojalá que nunca se acaben los recursos con los que cuenta nuestra nación, para que a nuestras futuras generaciones les podamos dejar agua, bosques, minerales, fauna, así como mares y ríos.