El pasado martes 17 de junio, la directiva de los Broncos de Reynosa llamó a conferencia de prensa para dialogar con los periodistas que cubren el beisbol y de una manera “disculparse” por el mal paso que está teniendo el equipo.
Si “disculparse” no fue la intención, al menos ese sabor quedó entre los reporteros.
Al parecer la directiva, encabezada por Eliud Villarreal y Raúl Cano, está preocupada porque la asistencia al estadio ha decrecido y porque en el último partido ante Monclova hubo hasta abucheos.
Sin tomar partido por el bando de la directiva o del aficionado, a ambos les recomiendo paciencia y fe en su club, que tan buenos números les ha entregado hasta el momento.
Es cierto, en mayo apenas se jugó para 11-12 y en junio van 5-5, pero ¿quién les reclamó por una primera mitad de antología?
¿Quién les quita las alegrías cosechadas en los primeros meses de la temporada?
Recuerden que cuando empezó la campaña a los Broncos se les ubicó del quinto sitio para abajo, tomando en cuenta que Diablos, Sultanes, Monclova, Saltillo y hasta Chihuahua lucían mejor en el papel.
Reynosa hizo un gran trabajo de pretemporada y tuvieron la suerte de encontrar desocupado a uno de los mejores mánagers del momento: Homar Rojas.
Las adquisiciones de Domingo Castro, Paco Arias, Marshall McDougall y la gran temporada de “El Niño” Heras fortalecieron un conjunto que el año pasado apenas estuvo rascando los .500 de porcentaje.
La directiva no se ha quedado con los brazos cruzados y en un mercado donde no abunda la calidad han firmado veteranos que aportan mucho como “El Potam” Alvarez, “Chilo” Márquez y Edgar Vega.
Si la temporada terminara hoy, los Broncos estarían en el playoff, que es la primera meta trazada. Los verdes sólo tienen que mantenerse entre los primeros cinco equipos durante la segunda vuelta para asegurar el boleto a la postemporada.
Obvio es que se busca mejorar y no caer en el conformismo, pero así de fríos son los números.
En este momento las directivas que deben estar preocupadas son las de Monterrey y Saltillo, pues la inversión que hacen no justifica el momento por el que atraviesan.
Los regios, con apenas cinco puntos en la primera vuelta, viven el peor panorama porque tienen que aferrarse a un segundo lugar y esperar que Saltillo, Monclova y Reynosa se caigan.
En este momento es Monterrey la plaza más “caliente”, pues si no clasifican sería un fracaso del tamaño de su estadio.
Ya lo ha dicho Pepe Maiz en reiteradas ocasiones: si el público no asiste, la franquicia peligra.
Igual Saltillo, una plaza que este año tuvo que reencontrarse con su afición a través de visitas a hospitales y escuelas. No hay que olvidar que los Saraperos estuvieron en venta tras el torneo de 2008 porque la gente ya no va al estadio.
Si hubieran encontrado un buen postor, quizá el club hubiera cambiado de sede.
Reynosa sólo pasa por una pequeña turbulencia y tanto su directiva como su público deben entender que tienen el material humano para salir adelante.
Que no panda el cúnico, como dijo Chespirito.
hbencomo@hotmail.com
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