Dice Felipe Calderón a sus colaboradores que lo mejor de 2009 es que está por terminar.
Imagínese si eso dice el presidente de México, que de entrada tiene su situación económica resuelta para él y por lo menos tres generaciones de familiares, qué podemos esperar nosotros simples mortales expuestos a los aumentos que ya se aplican en todo el país.
Felipe nos ha llevado en estos tres años de la tranquilidad al desasosiego y la desesperanza.
La situaciones fuera de su control se ensañaron con el país como fue la epidemia de influenza que redujo considerablemente la llegada de turismo, ante las medidas extremas que se aplicaron con el fin de evitar un contagio masivo. Todavía estamos padeciendo esos efectos desastrosos.
Y a partir de este viernes los incrementos del 15 al 16 por ciento al Impuesto al Valor Agregado que en la frontera será del 10 al 11 por ciento, provocará una cascada de aumentos en todo.
Por lo pronto la gasolina ya aumentó de precio y todo lo que está relacionado con el consumo del carburante recibirá los efectos de estas alzas.
Y pese a todos esos aumentos a los impuestos, el panorama no pinta bien para 2010. Esos incrementos no propiciarán el desarrollo de la planta productiva que permita recuperar el ritmo de crecimiento que se había registrado cuando el petróleo alcanzó precios récord.
Dicen quienes saben de esto, que el año que comienza este viernes será mucho más problemático que 2009.
Cómo será para Tamaulipas este año, considerándose el período electoral, la elección de julio y todo lo que conlleva el cambio de gobierno.
¿Seguirá el gobierno del Estado apostando por obras como el recinto ferial, los centros de convenciones y edificios con columnas imponentes como las del nuevo congreso o del Parque Tecnológico?
O se recurrirá a fortalecer la generación de empleos dotando de infraestructura básica con el fin de atraer a los inversionistas.
En el caso de las obras como el reciento ferial y los centros de convenciones, habrá que ver qué hará el gobierno para hacerlas rentables y productivas, y no terminen como elefantes blancos usándose para eventos partidistas.
Y qué pasará después de la elección, cuando haya un gobernador constitucional y un electo.
¿Habrá problemas?
Dicen que el gobernador electo debe irse de Tamaulipas a un curso de bordado y macramé, y así evitará la confrontación con Eugenio y su equipo.
Flaco favor se hará a sí mismo si decide dejar la plaza, en lugar de usar esos meses entre la elección y la toma de protesta, para empaparse de los requerimientos de los tamaulipecos.
Organizar un buen equipo de transición y tomar las riendas del estado en cuanto su antecesor deje el cargo.
Este 2009 nos deja muchas enseñanzas: la importancia del ahorro, de cuidar nuestro empleo, de mantener una actitud crítica hacia las acciones gubernamentales, de comprometerse con el mejoramiento de nuestro entorno.
Pero sobre todo, la certeza de que nadie hará por nosotros, lo que nosotros no hagamos por nosotros mismos.
ALERTA EN LAS IGLESIAS
Ahora los sacerdotes se están convirtiendo en centinelas de la seguridad de sus feligreses.
En Chihuahua en las misas del domingo los sacerdotes alertan a la población sobre enfrentamientos entre bandas rivales, así las familias toman sus providencias para protegerse y evitar ser heridos o muertos en el fuego cruzado.
A ese nivel hemos llegado, al paso que vamos pronto habrá toque de queda como ocurría en Colombia cuando la guerrilla se enfrentaba al gobierno en las ciudades.
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