En Nuevo León está sucediendo algo que podría repetirse en Tamaulipas en 2016: el apoyo de un número elevado del electores a un candidato independiente a la gubernatura, hartos de los partidos políticos.
Se trata de Jaime Rodríguez Calderón, mejor conocido como “El Bronco”, quien durante su administración como alcalde de García de 2009 a 2012 sufrió dos atentados del crimen organizado y salió ileso.
Su apodo lo lleva bien puesto, porque para quienes lo conocen este político no tiene pelos en la lengua. Es tan claridoso que incomoda cuando se refiere a que su mamá tuvo 10 hijos, pero su padre los mantuvo.
Cuando los partidos aprobaron las candidaturas independientes en Nuevo León, jamás se imaginaron que para “El Bronco” sería como un juego de niños juntar las 103 mil firmas que exigió la Comisión Estatal Electoral (CEE) para darle un registro que será mero trámite, superando obstáculos de último momento.
Días atrás el dos veces edil de García -el municipio con menor número de electores de la zona metropolitana de Monterrey (cerca de 80 mil)- superó por el triple el número de firmas que apoyan su candidatura independiente.
Desde finales del año pasado el primer virtual candidato a gobernador sin partido en la historia de ese Estado, fanfarroneó que juntaría 400 mil firmas, aunque al final solamente le faltaron 70 mil que entregó en tiempo y forma en la sede de la CEE.
Una vez esa formalidad los temerosos representantes de los partidos como PRI, PAN y PRD quisieron endurecer las reglas que ellos mismos aceptaron al aprobar las nuevas leyes en materia electoral: pedían a los consejeros electorales cotejar cada firma con la huella digital, algo verdaderamente demencial.
El presidente consejero atajó esa propuesta, como diría mi abuelita: “Fuera de calzón”. Sin embargo en el remoto caso de aprobarse, gran favor le harán a “El Bronco” ya que será victimizado y tendrá publicidad gratis unos días hasta el 6 de marzo que empiecen las campañas.
El aspirante independiente se ha convertido en objeto del deseo, pues hasta esos días de polémica el PRD, PT y el nuevo Partido Encuentro Social (PES) no tenían precandidato, tendiéndole una red al ex alcalde de García.
Y cuando Tamaulipas empiece a entrar en ebullición rumbo a la sucesión de Egidio Torre Cantú, que será en junio de 2016, no está descartado que algún ex panista o ex priista quiera renunciar a su militancia y tomar la bandera independentista.
La candidata de la alianza encabezada por el PRI en Nuevo León, Ivonne Álvarez García, reconoce que “El Bronco” puede convertirse en un fenómeno electoral que ya está siendo analizado por su equipo de campaña, y medir hasta dónde puede crecer una vez arranquen las hostilidades electorales el próximo 6 de marzo.
La candidata no descarta que el candidato independiente pueda, incluso, llegar a desplazar al Partido Acción Nacional y terminar en segundo lugar en la votación.
Cierto, Felipe de Jesús Cantú, el aspirante del PAN, ganó una contienda interna donde la gran perdedora fue la alcaldesa de Monterrey, Margarita Arellanes que, para un alto porcentaje de la opinión pública, fue una víctima de grupos panistas encabezados por hombres.
En ese escenario, y como Álvarez García será la única mujer en la contienda, los estrategas del PRI contemplan atraer hacia ella el voto femenino que vio en la batalla albiazul un acto misógino, artero, traicionero y bien planeado.
Y mientras los protagonistas de la esperada elección más reñida en la historia de Nuevo León activaron el botón para que empiece la cuenta regresiva, en Tamaulipas hay políticos que sacaron sus barbas donde las remojaban, compraron boleto de primera fila y se preguntan: ¿qué pasará con “El Bronco”?
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