Nuevo León está cumpliendo 200 años y ha servido de Ejemplo de Empuje, de Urbanidad; vaya de buenos ejemplos.
Una Clase Empresarial y Política que han sabido coexistir, garantizando cada quien sus respectivos intereses.
Hasta ahora…
Que un Gobernador busca ser proclamado Faraón y casi, casi que le construyan una gran Pirámide en donde sea proclamado como un Dios viviente, sin importar lo que tenga que hacer, y por los que tenga que pasar.
Privilegiando una perversa Estrategia de Marketing, buscando posicionar lo “nuevo” con las acciones más arcaicas y draconianas.
Un Pastor Naranja que pelea con todo y todos; sin importar que en sus acciones ponga en riesgo a su Rebaño Naranja, integrado por mucho talento y experiencia aplicados para el Bienestar de Nuevo león.
Muchos integrantes de su actual Rebaño, ven con recelo, que lo mismo los obliga a aceptar cualquier tipo de ocurrencia de Propaganda; que a realizar eventos oficiales en instalaciones públicas, conocedores de estar incurriendo en Delitos Electorales, que serían causales de nulidad en caso del triunfo.
¡Todo lo tienen que aceptar y lo que es peor, firmar!
Más de tres integrantes “pesos pesados” de la “Granja Naranja”, ya le han presentado sus renuncias respectivas, recibiendo como respuestas amenazas, amenazas y más amenazas.
Vaya, ni Alfonso Capone en Chicago se atrevía a tanto.
Pareciera que George Orwell vaticinó hace 80 años, lo que ocurriría en Nuevo León; salvo que el personaje principal no sería Napoleón Bonaparte, sino el actual Mandatario.
¿El Rebaño Naranja permitirá la masacre en la Granja, en la que han coexistido por 200 años?
¿O volverá el burro a rebuznar, el pollito a piar, el gato a maullar y el perro a ladrar?
Después del dos de Junio, hablamos.