Hace poco tiempo Felipe Calderón llamó a una reunión del Consejo Nacional de Seguridad y como hoy, en que se volverán a reunir, se habló de lo mismo, la inseguridad que priva en todo el país.
En esa reunión elegante, a la que asisten funcionarios de los tres niveles de gobierno siempre le hace falta algo, le hace falta vergüenza para reconocer que la actuación de los jefes y cuerpos de seguridad no están a la altura de las necesidades del país.
Como tampoco están a la altura las autoridades civiles.
Me contaba un amigo que presenció un asalto a una camioneta de valores hace unos días en la ciudad de México que el asaltante le quitó las armas a los guardias, los bajó de la camioneta, les quitó las llaves y se fue de lo mas tranquilo con la camioneta y el dinero.
Ya que se hubo escapado llegaron patrullas, elementos de diferentes corporaciones, helicópteros, ya sabrá, un escandalazo y nada, nadie sabe, nadie supo, del asaltante ni sus luces.
Como que el ejemplo da muestra de la ineficiencia o el contubernio entre autoridades y delincuentes, qué casualidad que a plena luz del día, en un centro comercial muy concurrido, bien comunicado, la policía no pudo hacer nada para detener al delincuente.
Entonces de qué sirve el dinero que se destina para pagar corporaciones y equipamiento si no hay resultados efectivos que reduzcan los niveles de inseguridad.
Al leer que los mandatarios estatales de la Conferencia Nacional de Gobernadores propondrán durante la reunión de hoy en Los Pinos que se unifique el presupuesto federal y estatal para reforzar a las corporaciones policíacas, es un indicativo que no dan paso sin huarache, todo al final de cuentas se refiere a pesos y muchos pesos.
Entonces quiere decir que todo el dinero de los contribuyentes que se destina a la seguridad no ha servido de nada, como diría López Portillo, les pago para que me peguen, porque así está la ciudadanía inerme ante autoridades, policías y delincuentes.
Pues para esos resultados mediocres más nos valdría cuidarnos solos, porque el estado está rebasado y no es salvaguarda de nuestra seguridad.
¿Y LAS PREPAS?
El nivel medio superior en México no canta mal las rancheras en la evaluación de las condiciones de la educación, resulta que Miguel Székely Pardo, subsecretario de la SEP dice que el 84.4 por ciento de los estudiantes egresados de las preparatorias obtuvieron calificaciones de insuficiente y elemental al presentar los resultados de la primera evaluación Nacional de Logro Académico, ENLACE.
Casi el 50 por ciento de los alumnos egresados de las prepas tienen conocimientos mínimos elementales para interpretar textos, desarrollar ideas centrales y ubicar situaciones o personajes.
La prueba ENLACE está sirviendo de algo en el país, está por lo menos mostrando con todos sus números las insuficiencias de la educación, que no eran un secreto, pero que por lo menos ahora están mejor identificadas.
Se dice que para curarse de un mal lo primero es admitir que se está enfermo, ojalá que el sistema educativo del país admita sus deficiencias y aplique la cura para rehabilitarlo.
Porque de nada servirá que dentro de uno o dos años vuelvan los funcionarios con la misma cantaleta y no hayan puesto remedio a la situación, porque entonces sí será como dice el Subsecretario de Educación Media Superior que el futuro de México está en riesgo al tener ciudadanos preparados por debajo de los estándares internacionales.
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