Mucho se ha hablado de Reynosa como una ciudad generadora de fuentes de empleo, un municipio de excelentes oportunidades para la inversión nacional e internacional; sin duda alguna, Reynosa es una gran ventana de nuestro país.
Para que una ciudad progrese necesita de inversión y los empresarios necesitan del gobierno certeza jurídica, para que no se encuentre en peligro el capital; pero cuando esa seguridad legal se encuentra en manos inexpertas alejan la inversión.
El pueblo de Reynosa, en días pasados, fue víctima de una burla nacional, en importantes medios nacionales publicaron las decadencias en las que se encuentran las Juntas de Conciliación y Arbitraje; El Universal publicó el siguiente encabezado:
“Paran labores burócratas de Reynosa, protestan empleados de Conciliación y Arbitraje para exigir baños, agua potable y mínimo un ventilador”
Definitivamente la Justicia Laboral en Reynosa, y en general en el resto del Estado ha tocado fondo; qué importancia se le puede dar al empresario que ve en Reynosa una gran oportunidad de crecimiento; si los propios funcionarios de las Juntas de Conciliación y Arbitraje no tienen los elementos básicos para realizar sus funciones.
Esto solamente en lo que se refiere a los aspectos materiales, en lo que respecta a la certeza jurídica mejor ni hablamos, solo basta recordar que el año pasado, justamente en estas fechas, el tribunal laboral fue embargado por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público y lo que arrojó la renuncia del entonces titular; y tuvieron que pasar ocho meses para que nombraran otro titular.
Hay que recordar que Reynosa cuenta con dos Juntas de Conciliación y Arbitraje, y tienen su número progresivo 4 y 5 respectivamente; en la primera de ellas, también fue noticia, ya que la entonces titular de dicho tribunal, la SEÑORA MARTHA HERNÁNDEZ GUZMÁN, no cumplía con los requisitos para presidir una Junta de Conciliación, dado que no tenía título de licenciado en derecho al momento de que se le extendió su nombramiento y aun así se atrevió a cursar la Maestría en Impartición de Justicia Laboral bajo las siglas de la Universidad Autónoma de Tamaulipas; aunado a una montaña de sinvergüenzadas que realizaba dicha persona, tales como pérdidas de expedientes, buscaba empresas para ofrecer sus servicios profesionales por conducto de otro abogado, dictaba laudos (sentencias) sin ningún fundamento legal.
Tamaulipas ha tocado fondo en impartición de justicia laboral; no puede ser posible que el presidente de la Junta Especial de Conciliación y Arbitraje de Nuevo Laredo, este a punto de cumplir 18 años como titular, auspiciando los vicios de la corrupción en aquella ciudad. En Ciudad Victoria, la capital del Estado, hay infinidad de quejas contra el director general del Trabajo y Previsión Social.
No se puede engañar a los empresarios, diciendo que inviertan en nuestras ciudades, si el gobierno tiene en el olvido a las Juntas de Conciliación y Arbitraje, la columna vertebral de la certeza jurídica.
La pregunta obligada es: ¿Informaran al gobernador del Estado de esta decadencia?
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*HEBERARDO GONZÁLEZ GARZA
