El jueves 27 de noviembre, al filo del mediodía, un grupo de personas intentó ‘reventar’ la Audiencia Pública encabezada por el presidente Luebbert, en Lomas de Jarachina, con el argumento de sufrir por la falta de agua potable en su sector.
Autoridades de la Comapa, con Esiquio Reséndez Cantú al frente, revisaron el problema en ese mismo instante y, ahí mismo, frente al grupo aquél, se demostró que la protesta era infundada. Que el problema no existía.
Cuestionados por la prensa, la mayoría de los vecinos que acudieron a la manifestación no pudieron (ó no quisieron) identificar a la persona que los convocó y que diseño la protesta.
Unos instantes después de concluir la audiencia, el presidente Luebbert tomó la decisión de plantear la postura de su gobierno: ‘Fue un intento de sabotaje’.
Luebbert no es un político sensacionalista. Utiliza los Medios de Comunicación como una herramienta más de su oficio, pero nada más.
Aún sus críticos más severos admiten que jamás recurre al sensacionalismo para ocupar espacios en los Medios.
Precisamente por ello llama profundamente la atención que sus declaraciones sobre el tema fueran bastante amplias y específicas al revelar que, su gobierno, tiene la percepción de que un grupo de personas se vienen encargando de ‘sabotear’ diversas acciones institucionales en servicios básicos como el agua potable y el alumbrado público.
Afirmó que suman varias las ocasiones en que su Administración ha detectado vestigios de ‘manipulación’ y presume que la intención es desestabilizar la ciudad.
‘¿Qué buscan éstas personas; regresar al Reynosa de antes?’, se preguntó en público.
Y luego añadió:
“Sería muy lamentable descubrir que personas allegadas al partido del que proviene el gobierno federal pudieran estar detrás de estos intentos de sabotaje… ”.
Lo delicado del asunto es que, una semana después, en la siguiente Audiencia Pública, celebrada el 4 de diciembre, en La Joya, la historia se repitió.
Nuevamente un grupo de personas influenciadas por liderazgos invisibles intentó ‘reventar’ el encuentro con denuncias sobre presuntas fallas en el sistema de agua potable.
Una vez más, personal de la Comapa atendió el caso en el instante y confirmó, por segunda ocasión, que no había tal falla.
El presidente Luebbert repitió la dosis y agregó que ‘es el momento en que la ciudadanía repudie este tipo de acciones que sólo buscan la manipulación social’.
Aunque siempre será criticable la manipulación, tal vez sería comprensible que quienes movilicen al grupo de manifestantes, busquen la inestabilidad del gobierno municipal por provenir del PRI, es decir, un partido opositor.
Pero para sorpresa de todos, el viernes 5 de diciembre, es decir un día después de los acontecimientos en La Joya, la Jornada Informativa de delegados federales adheridos al PAN fue un fracaso.
Versiones recogidas entre los mismos panistas organizadores del evento apuntan también a un presunto ‘intento de sabotaje’ proveniente de las mismas filas de Acción Nacional.
Según versiones de los mismos panistas, uno de los grupos que busca el control estatal del partido (la mayoría de ellos reconoce que sería el que lidera Cabeza de Vaca), presionó a algunos servidores públicos y líderes partidistas para que no acudieran a la cita con la población.
Ahí mismo, el senador José Julián Sacramento advirtió que el PAN vive momentos difíciles por ese tipo de actitudes y que en este clima el partido está en riesgo de perder, casi todo, en la elección de 2009.
Es decir que la nueva edición de la Cultura del Sabotaje está diseñada para impactar a PRI y PAN.
EL FINAL
“Anti-doping a los candidatos de 2009”, dijo Ricardo Gamundi Rosas, dirigente estatal del PRI. Pero antes procuró meter un candado: “Siempre y cuando los demás partidos hagan lo propio”. Hasta ahora, PAN, PRD y partidos que los acompañan han guardado silencio.
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