Cada año, cuando se conmemora el Día Internacional de la Mujer se vuelve estribillo machacón decir que faltan oportunidades, que se requiere alcanzar la igualdad entre hombres y mujeres.
Pero hay un punto imprescindible para lograrlo, que las mujeres tomemos conciencia de nuestros derechos y los hagamos respetar.
De esa forma ya no escucharemos en la radio a un par de hombres que se dicen locutores hablar con desprecio de las mujeres, como el comentario en contra de la actriz Salma Hayek que inició una campaña a favor de las mujeres maltratadas ante la ONU, uno de estos comentaristas en un arranque de misoginia dijo: “¿Hay platos sucios en la ONU?” Porque sólo así se explicaba la presencia de Salma en ese organismo. Como diciendo, es mujer, sólo sirve para lavar platos.
Los discursos no dicen nada que no se haya dicho el año pasado, el antepasado y el resto de los años anteriores.
Una radiografía de las condiciones de las mujeres en México la publica el periódico español El País.
Y las cifras indican:
“Según la Secretaría de Salud anualmente 131 mil 400 mujeres son violadas en México.
“Un estudio de la Fundación Thomson Reuters pone a México en la lista de los peores países industrializados en los que puede vivir una mujer debido a la “violencia física y sexual, a la cultura del machismo, y al escaso acceso a servicios de salud en zonas rurales”.
“El Instituto Nacional de Estadística y Geografía indica que las mujeres representan más de la mitad de los trabajadores en activo, pero sus sueldos son entre un 4 por ciento y un 12 por ciento más bajos que los de los varones.
“Las cifras de analfabetismo se disparan en el caso de las mujeres indígenas, que llegan hasta un 30 por ciento.
“Su presencia en la Cámara de Diputados es del 36,8 por ciento.
“En cuanto a la violencia en la pareja, según la última Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares, una de cada cuatro mujeres solteras de 15 a 29 años asegura haber sufrido algún incidente de violencia con su novio a lo largo de la relación”.
Esos datos son sólo una parte de la realidad que las mujeres mexicanas viven día a día.
Los discursos no solucionan la situación, sólo llaman un día la atención y al siguiente una mujer es violada, otra es asesinada, otra es despedida de su trabajo por estar embarazada o por no acceder a los requerimientos sexuales de su jefe.
Así como a Salma Hayek se le insulta y trata de degradar un seudo locutor, esa falta de respeto se vuelve contra todas las mujeres.
Porque insultan a una e insultan a todas.
MARICON Y PUÑAL
Esas dos palabras fueron catalogadas por la Suprema Corte de Justicia como “expresiones ofensivas e impertinentes”. Eso fue determinado después de dirimir una disputa entre dos periodistas, uno de los cuales usó estos dos términos para referirse a un colega.
Los insultos son una categoría de los discursos de odio que discriminan a grupos sociales, además incitan, promueven y justifican la intolerancia hacia la homosexualidad.
Eso determinó al Suprema Corte de Justicia de la Nación.
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Twitter: @derrotero_mx
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