Muy cargada de optimismo fue la expresión del presidente AMLO en el sentido de que ya no habrá pretexto para el “huachicoleo” en las zonas donde se practica, porque con los programas sociales que desarrollará el gobierno federal cada familia recibirá en promedio entre 7 y 8 mil pesos mensuales, un ingreso que para la gente pobre le significa estabilidad económica, nomás que a los jovenazos que andan en la ordeña de ductos con esos apoyos no los amansan y por ende los van a tener que someter al llamado estado de derecho.
Entretanto, la explosión de Tlahuelilpan ya comienza a tener paralelismo con Ayotzinapa, hay 2 factores en común: fuego y crueldad. En ambos casos docenas perecieron por quemaduras, los de Ayotzinapa intencionalmente, mientras que los de Tlahuelilpan ya comienza a dudarse si imprudencialmente, por las redes sociales ya circula un video que muestra una bengala disparada rumbo al borbotón de gasolina.
Pero como no consta si es una prueba desahogada ante el fiscal queda solamente en especulación, aunque para evitar que las versiones cobren credibilidad tendrán que urgir las indagaciones, ya se advierte que hay terceros alimentando dolor y el lucro que van a convertir al centenar de muertos por la explosión, en el Ayotzinapa de AMLO.
Por lo pronto ya se discute si tienen calidad de víctimas los que andaban robando gasolina, pero los ofendidos como lo son los familiares ya escuchan voces que les inducen a demandar millonarias indemnizaciones, algo a lo que de entrada PEMEX se negará a no ser que el presidente AMLO ordene lo contrario.
Sobre si procede o no una indemnización hay el viernes les comento. Que tengan un buen día todos.