Los medios son muy curiosos en sus exposiciones en cuanto a productos de anuncio se refiere, por ejemplo vemos en la televisión anuncios ofertando productos para combatir la acidez estomacal y la indigestión, pero se les olvida que lo mejor para curar una enfermedad es prevenirla, es decir en el caso referido, dejar de comer lo que nos molesta y no gastar torpemente en productos placebos.
En forma similar se presentan las cosas en la política, me refiero a todos los partidos políticos, se les olvida que el mejor remedio para no tener gobernantes rapaces es no votar por ellos, no tratar de solucionar las cosas cuando estas están realizadas, pues repartir el poder hacia nosotros nunca lo harán; nuevamente prevenir es indispensable.
Estamos, o mejor dicho estaremos inmersos en actividades políticas en Tamaulipas otra vez para elegir gobernador, alcaldes y diputados locales. Seleccionar de entre los candidatos no sólo a aquellos que nos sean útiles o que parezcan decentes, hay que seleccionar al que menos cola tengan, el que mejor enterado esté de nuestro Estado y sobre todo, ver que no tenga antecedentes ni con la ley ni contra la ciudadanía.
Esto porque habrá algunos que visten la piel de oveja para despojarse de ella, en cuanto protesten en su mandato. Si queremos a nuestro estado y a nuestras familias hay que ser cautos.
No quiero seleccionar nombres, no vale la pena, pues “la gente” como dice el vividor político López Obrador, se enterará por sí misma del verdadero candidato idóneo para Tamaulipas, después del desastre que está por terminar, gobernados por la presencia de un difunto y votados por un difunto, done no podía salir nada bueno.
Es algo atípico, por ello hay que recapacitar, enterarse de lo que antecede a los candidatos y buscar que estos sean personas con integridad moral a toda prueba, económicamente sanos es decir lícitos y socialmente ofrecer un entorno familiar pulcro y honesto.
Sólo así quienes nos representen serán personas cabales y lograrán sacarnos del profundo pozo de incertidumbre en que nuestro estado está inmerso.
El futuro está en nuestro voto, hagámosle valer, superemos el temor de ser señalados. No hay nadie capaz de detener la voluntad popular y esa estará reflejada en el voto, los antecedentes cuentan, repito, no los decires, los hechos son los que cuentan y quien tenga cuentas con la ley, que sufra las consecuencias de su osadía.
Votemos por un Tamaulipas más justo y progresista, es lo que hará crecer nuestra economía y olvidarnos del dólar caro. Yo por lo pronto seguiré en mi trinchera tricolor.