Todavía hay tiempo de rectificar, de hacer a un lado el orgullo, las diferencias políticas y la confrontación; todavía hay tiempo para llegar a un acuerdo nacional para apagar las chimeneas de los crematorios, detener la maquinaria que está abriendo fosas en los panteones para enterrar más cadáveres y vaciar los hospitales; todavía hay tiempo, señor presidente Andrés Manuel López Obrador, para copiar el plan que aplicó Italia para vencer el Covid-19.
Sí, #Solo2meses necesitó Italia para poner punto final a la pandemia. Sí, en 60 días en ese país europeo todos los partidos políticos se aliaron al gobierno, hicieron a un lado sus propios intereses, las diferencias parlamentarias y aprobaron el aislamiento nacional imponiendo medias extremas a 60 millones de habitantes.
Pero no solamente los actores políticos entendieron las medias anunciadas el 8 de marzo por el primer ministro, Giuseppe Conte, sino también los poderosos grupos empresariales y los influyentes sindicatos nacionales. Se trataba de salvar el mayor número de vidas lesionando lo menos posible la economía.
Pasaron las semanas de duro encierro de los italianos, que salían a las calles sólo a farmacias, supermercados, negocios de comida rápida, a pasear las mascotas y en el transporte sólo se movían trabajadores esenciales, cuando el 21 de abril Conte anunció el plan nacional de reactivación.
Para esa fecha en el país habían muerto 24 mil 648 personas por Coronavirus, pero todas la estadísticas iban decreciendo, entre ellas, el número diario de contagios, de pacientes dados de alta, de ingresos a los hospitales, en terapia intensiva y conectados a ventiladores.
El 4 de mayo se aplicó la Fase 1 permitiendo a los ciudadanos salir de su hermético encierro, reactivado algunos sectores económicos en provincias que estaban en condiciones, sobre todo del centro y sur, las menos castigadas por la pandemia, mientras el 18 del mismo mes la Fase 2 empezó con “la nueva normalidad” abriendo bares, restaurantes, tiendas comerciales e iglesias.
Y entre el 25 de mayo y el 15 de junio reabrieron peluquerías, centros deportivos, gimnasio, albercas, teatros, cines, playas, pero sobre todo la pequeña, mediana y grande industria como la automovilística, de la construcción y de la moda, misma que llevó a Italia a ser la séptima potencia económica en el mundo.
Nunca será tarde, señor presidente, para copiar el modelo italiano para evitar que a finales de 2020 mueran 100 mil mexicanos, cierto, menos del 1 por ciento de la población que pudiera ser un miembro de su familia, porque el Covid-19 ha enlutado sin excepción a familias ricas y pobres; niños, adolescentes, adultos y ancianos; morenos, blancos, rojos o naranjas.
Nunca será tarde para rectificar o enderezar una estrategia que ha dejado casi 40 mil decesos y, según las proyecciones de su propio subsecretario de Salud, Hugo López-Gatell, y del Instituto de Medición y Evaluación de la Salud (IHME por sus siglas en inglés) del estado de Washington, llegará a 100 mil para la próxima Navidad.
Usted, señor presidente, tiene la oportunidad de evitar la muerte de más de 60 mil personas que enlutarán otros hogares.
Se necesitan #solo2meses de encierro metiendo reversa al actual plan, con sacrificios en el gasto público y destinado un porcentaje mayor al 1.1 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) para combatir el Covid, pero sobre todo uniendo y convenciendo a ciudadanía, opositores, empresarios y ONG’s.
Lo cuatro bandos jalando en un mismo sentido para obligar a 130 millones de mexicanos a un total confinamiento y detener los contagios… y las muertes. #Solo2meses se necesitan, no más, encerrados en nuestras casas con la garantía de que no morirán de hambre los mas vulnerables. Y quien se atreva a romper las restricciones se topará con las fuerzas armadas en las calles.
¿Por qué tiene qué morir más gente? ¿Otro familiar mío o uno suyo señor presidente? Dios no lo quiera porque, se lo puedo asegurar, duele en el alma.
Usted es el líder de un país que en el siglo XX se hundió después de la Revolución Mexicana; que resurgió de crisis económicas profundas; que volvió a liderar América Latina tras el llamado “error de diciembre” de 1994.
¿Por qué Italia, Japón y Alemania, derrotadas, llegaron a ser potencias tras ser devastadas durante la II Guerra Mundial? ¿Y por qué México unido no podría en 2020 salir victorioso contra la pandemia?
Por Dios señor presidente, no se necesita toda una vida, no, tampoco lo que resta de su sexenio. Necesitamos urgentemente copiar el plan de Italia.
Sí, serán #Solo2meses de sacrificio… pero ganaremos esta dura batalla.