México reza porque su pobre representativo avance a la Copa del Mundo Brasil 2014. Han estado muy ocupados, por estos días, atendiendo peticiones, San Judas Tadeo, Juan Pablo II, el Papa Francisco, la Virgen de Guadalupe, Juan Diego y otros integrantes del politeísmo nacional.
Pero, ¿y en Nueva Zelanda? ¿Estarán resignados a ser las víctimas del equipo tricolor que juega al otro lado del mundo y que siente que comerá un pichón kiwi en el repechaje? Para nada.
La moral de los All Whites está muy por encima del ecuador. Acá, los mexicanos hacen su parte y sienten que están muy cerca de obtener la visa hacia el carnaval futbolero. Pero allá, en Nueva Zelanda, cerca del Polo Norte, los aborígenes maoríes tienen una gran esperanza de que sus muchachos hagan la hazaña.
En México son convocadas 110 mil personas para presenciar el juego de ida el 13 de noviembre en el estadio Azteca, uno de los grandes estadios del mundo. En el país de los rivales, el juego será transmitido en vivo a las 9:30 de la mañana del 14 de noviembre.
En Nueva Zelanda están convocando a 35 mil personas el día 20, en el parque nacional de Wellington, su próspera ciudad capital, donde se dará el kick off (patada de salida) a las 19 horas, tiempo austral.
El pasado lunes, en entrenador Ricki Herbert dio a conocer la lista de los 23 convocados para su serial decisivo y, a diferencia de lo que ocurrió con la presentación de la nómina de su equipo rival, hubo una gran emoción entre la afición de neozelandesa.
La fanaticada de los kiwis se maravilló con la inclusión de su joven promesa sub 20, Storm Roux, un fuerte zaguero perteneciente al equipo Marineros, de la Costa central, de la liga local, que tuvo una destacada aparición en la copa mundial de la categoría en Turquía, este año.
El muchacho viene precedido de entusiastas recomendaciones de entrenadores de otros países que lo vieron jugar. Storm se combinará muy bien en la defensiva como Tony Lochhead y en la contención con Leo Bertos.
La fanaticada también anda encendida porque se recuperó el tridente ofensivo compuesto por su máximo goleador, Shane Smeltz, así como por Chris Wood y Marco Rojas. Estos nombres no dicen absolutamente nada a la afición de América, porque no tienen roce internacional y su liga es discreta y semiprofesional.
Y aunque algunos jugadores anden en Europa, ninguno está integrado a un equipo de renombre.
Pero ellos los conocen y saben que son lo mejor que hay en su friolento país. Y tienen temperamento de guerreros polinesios. Allá seguramente tampoco saben quien es el “Negro” Medina, ni Miguel Layún, ni el “Piojo” Herrera. Por lo menos, no les impresionan los nombres de los ahora convocados del comando Aguila.
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