(Terminator 2: Judgement Day, 1991)
Esta joya imperecedera de la ciencia ficción, posiciona a James Cameron entre los grandes directores de la industria.
Luego de que el personaje del Terminator, imparable e implacable, que buscaba acabar con el futuro de la humanidad, fuera presentado años atrás, esta nueva historia tiene un giro genial,, al convertir el monstruo humanoide en un ser protector y bueno que tiene, como propósito, servir a los seres humanos.
Arnold Schwarzenegger, limitadísimo como intérprete, demuestra aquí que para él, la musculatura y el carisma lo son todo.
Este Terminator es enviado del futuro para debe salvar a John Connor, hijo de Sarah, que en el futuro liderará a la resistencia en la que las máquinas gobernarán sobre el plenata. Quien acecha, es otro enemigo cibernético, mucho más sofisticado, que tratará de destruir el chico.
La explicación de los saltos en el tiempo es demencial. Las paradojas de Cronos no pueden ser conciliadas, por lo que, por más que se esfuerza el realizador, quedan necesariamente numerosas interrogantes sin resolver sobre las consecuencias de los viajes al pasado y al futuro. Pero no importa. Lo realmente sustancioso es la acción pura, mezclada con efectos especiales revolucionarios, y ya superados, que, sin embargo, le valieron el Oscar en su año.
La cinta es la primera secuela de una larga serie de continuaciones, convirtiéndose Terminator, a la larga, en una franquicia irregular.
(R. Restringido; menores de 17 deben estar acompañados de sus padres)
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@LucianoCamposG