Por un momento pensé que el ilustre empresario regiomontano Ricardo Benjamín Salinas Pliego, le había dado una bofetada a mi autoconfianza.
En un par de contundentes “tuitazos” ha dicho que estar en cuarentena es ser un pendejo. Por fortuna, como un noble y generoso gurú, ha dado el remedio: salir a la calle “a vivir la vida con todo y sus riesgos”.
Sólo que se refirió a “sus amigos”, y por fortuna yo no lo soy… Pero aun así, sin querer queriendo, nos lo ha dicho a todos los que intentamos conservar nuestra salud y eventualmente nuestra vida. Los que intentamos, a duras penas, muy duras, permanecer en cuarentena respetando las indicaciones que se han dado nacional y localmente para contener la epidemia.
Bajo su impecable lógica, ¡Todos somos unos pendejos! Si fue una broma del tal “Benjas”, que alguien le diga que es menos divertido que el otro “Benjas” regio, que fuera gobernador interino de Nuevo León y alcalde de Monterrey. De hecho, no es divertido.
En realidad, como comediante es patético. Si lo dijo en serio, todo indica que este remedo de hacendado porfiriano, metido inexplicablemente entre los asesores presidenciales, está más cerca de la bulla “conservadora” y golpista que de la 4T, que pretende apoyar y que le ha apoyado a él mismo.
Ya Salinas había retado al gobierno federal negándose a cerrar sus empresas. También había ninguneado al vocero oficial de Consejo Nacional de Salud con todo el cinismo del mundo, a través del “amigo” Javier Alatorre. En ambos casos no hubo mayores consecuencias.
Esta vez sigue en el mismo tono retador llamando prácticamente “pendejos” a todos los mexicanos que intentamos superar la contingencia siguiendo las indicaciones de las autoridades de Salud. Más aún, sugiere que estamos siendo manipulados por esas autoridades.
Además, nos reta a asumir “los riesgos” de la vida y dejar la cuarentena. Aunque se refiera expresamente a “sus amigos”, tácitamente sus afirmaciones nos incumben a todos.
Está convocando a ignorar toda indicación oficial. Esto no sólo es un grave atentado contra la salud pública, también está negando la autoridad de los gobiernos federal y estatales, lo que es equivalente a una rebelión. Aunque hay que ver antes si don “Benjas” Salinas Pliego tiene algo de razón. ¿La vida tiene riesgos? ¡Claro! Muchos riesgos.
Y los que están acuartelados, ¿correrán riesgos si salen a la calle? Sí, los mismos riesgos que han superado siempre, y uno más: la epidemia. ¿Vale la pena enfrentar este otro riesgo?
Pues todos enfrentamos cualquier riesgo a sabiendas si tenemos un propósito, algo que por lo que valga la pena, así sea una pendejada como salir a comprar cerveza. Así es la vida “con todos sus riesgos”, como la pinta el empresario regio. Así ha sido siempre.
Pensando en esto estuve a punto de celebrarle al incómodo asesor presidencial por tan importante enseñanza, aunque bastante obvia. Nada más que el llamado a la rebelión contra las disposiciones oficiales no tiene qué ver con una profunda enseñanza vital y filosófica.
Ricardo Benjamín Salinas Pliego no predica con el ejemplo. Si así fuera, asumiría “vivir la vida con todo y sus riesgos” pasando un par de horas al día, sin cubrebocas, entre los trabajadores de los “call centers” que contrata vía “outsoucing”. Si así fuera, asumiría que “vivir la vida con todo y sus riesgos” también es aguantar con entereza y DECENCIA la debacle de un negocio para, pasado el temporal, empezar de nuevo… así lo hemos hecho todos, en cualquier aspecto de nuestra arriesgada vida.
No, Salinas Pliego no sólo no enfrenta los riesgos, además quiere que seamos los demás los que los enfrentemos por él. Ni los empresarios opositores a los López (Obrador y -Gatell), ni los más enconados, han exhibido tanta avaricia y tanto desprecio por la vida de sus amigos, de los trabajadores, y de todos los mexicanos.
¡Bolsonaro se quedó corto! “Reiteramos nuestro apoyo y respaldo absoluto a la estrategia de reapertura económica con responsabilidad anunciada hoy por el señor Presidente; solo así podremos enfrentar los retos que vienen, cuidar a quienes menos tienen y recuperar el futuro de # México”… Escribió en Twitter apenas el 11 de mayo.
Y este 25 de mayo todos somos unos pendejos. La duda es, ¿también esto quedará impune?