Me preocupa que a un país polarizado por AMLO también se sume un Nuevo León con los a favor y los en contra de Samuel y Mariana. Y los que cuentan los días para que termine un sexenio federal que va a la mitad, sumen otros seis años del recién parido gobierno estatal.
¿A dónde vamos a parar?, canta Marco Antonio Solís “El Buki”, letra de su canción que encaja perfectamente cuando en redes sociales se tunden, un día sí y el otro también, los chairos lopezobradoristas vs. los liberales, mientras que en Nuevo León otra batalla en redes lleva apenas 20 días.
En lo personal prefiero evitar, pero es inevitable porque de una u otra forma te enteras, cuando López Obrador arremete contra sus detractores como Joaquín López-Dóriga, el periodista que también el viernes pasado fue vapuleado por los simpatizantes de Mariana por criticar la llegada a Palacio de Gobierno vestida de princesa.
Ese mismo día las redes ardieron al saberse que la esposa del gobernador llevó a Gloria Trevi al DIF Capullos a convivir con los niños. Y la verdad, sobre la cantautora y su pasado al pertenecer al clan de Sergio Andrade, me da flojera opinar. Mejor entren a Google.
El 6 de junio un 20 por ciento del padrón electoral del Estado votó por Samuel García Sepúlveda, por un 80 por ciento que lo hizo por otro candidato o candidata, o bien se abstuvo de acudir a las urnas hartos de la guerra sucia de las campañas.
No tengo duda que los seguidores de Mariana en Instagram, sobre todo y después de su decisión de cortarse el cabello en solidaridad a un niño enfermo de cáncer, aumentarían los 786 mil 808 votos que logró su esposo, sobre 4 millones 189 mil electores de la lista nominal, si hoy fueran de nuevo las elecciones.
Pero mientras tanto, escucho, más que leo porque el disco duro del cerebro casi ya no tiene espacio, sobre las opiniones encontradas por el nuevo look de la influencer. Y me atrevo a afirmar que los comentarios son más positivos que negativos.
El gobierno naranja en Nuevo León (no se por qué nunca he usado el término fosfo fosfo), apenas llegó a 21 días y no me imagino cómo aumentará en intensidad y en confrontación conforme avancen las semanas, los meses y los años.
Ante este escenario de encono de quienes no comparten el estilo de gobernar de Samuel y Mariana, deberemos empezar a buscar la mejor vacuna para tomar las cosas con moderación, sin pasión y, menos, rasgarnos las vestiduras.
Y cuando vamos a la mitad del sexenio hay que seguir cantando: “¿A dónde vamos a parar?”, ahora que AMLO se tiró de la tercera cuerda contra la UNAM porque ya no es de tendencia izquierdoza, sino agarró para la derecha. “¡Goya, Goya, cachún, cachún, ra ra…”.