En estos tiempos de cuarentena, mientras nos la pasamos contando el número de muertos por el Covid-19 en los United States, todavía hay people que empiensa que esto es pura mafufada y se trata de una conspiración internacional que iniciaron los chinos. Ya saben un orate del mercado de Wuhan probó un rico caldo de murciélago y así empezó la pandemia.
Te invito brody a ver la página web de The New York Times pa’ que veas que esto está de la tiznada: van veinte mil muertos “gringos” y más de medio millón de infectados.
Hasta el domingo 12 de abril en México apenas reportan 296 que “estiraron la pata” y 4 mil 600 los enfermos.
Por acá anda la Rosa María encerrada puliéndose con las viandas, elaborando platillos sencillitos, muy sencillitos, como huevos motuleños, pastes o empanadas con pechuga al pesto y albóndigas a la rabiata con espagueti.
Ya les había dicho dendeantes que ella fue la mera dueña de Los Comales hace algunos años, osea que sí le sabe a la bon vivant y a la bon cuisine.
Mi suegro don Juan, o sea el ‘apá de mi ‘ñora, vive allá relejos por Zinapécuaro, Michoacán, y anda como si nada bien campante visitando a sus paisanos, entre otros a la tía María, quesque no le pasa nada porque la cosa es “huir de las multitudes”.
Yo ya le dije “aguas” pero es muy cabezón, porque en Michoacán suman 8 muertos con 598 casos positivos confirmados.
En Nuevo León reportan 6 fallecidos y 202 casos, vean la diferencia.
Pero no pasa nada para “El Chapis”, como le dice la family. Por ahí anda el viejón en las carreteras del sur presumiendo al volante su auto Clío azulado, recién remodelado.
Sale sobrando las recomendaciones de siempre que usen tapabocas cada vez que salen a las calles, porque cualquier bato agripado te puede pegar el contagio, que no es una simple gripa: la diferencia es que te tapa los pulmones y con eso ya no puedes vivir más que con un respirador. Como en México en los hospitales no hay, pos hay que ir a Gayoso, pa’ que nos vayan haciendo la cuenta del sepelio.
No es que me vea muy negativo, pero cuando fui el viernes al trabajo, Berthita me dijo que me cuidara, que ya no anduviera sin tapabocas, porque la salud está en riesgo. Y con “muncha” razón.
Que naiden les diga que esto del coronavirus son puras piñas, falta que lean las news. ¿O qué no han visto que cerraron las escuelas, las empresas, pa’ que hicieran la cuarentena?
Ya notaron que no hay cines abiertos, restaurantes, salvo los piratas que tapan sus puertas con cartelones naranjas pa’ que no se vea adentro el gentío. Porque la cosa es que no se vea a la raza comiendo espadas y tacos de asada, o en un cumpleaños, bodas o quinceañeras. Porque si a alguno se le ocurre contagiarse, será un contagiadero que para qué te cuento.
‘Ora vemos bodas sin invitados, brindis de aniversarios con una pareja de abuelitos solitos en la azotea bailando un vals, y todavía dudan que esto sea cierto.
Mi manito Lacho sube en redes sociales que el centro de Monterrey cada vez está más solo, cercas de ahí una granadera anuncia a las parejitas que se vayan a sus casas, pero no entienden, andan como si nada comiendo su granielote y su Coca Light en su bolsita de plástico.
Acá en la border la recomendación es no bajarle a los cuidados. Del otro lado en el Valle de Texas, ya suman cinco muertos y 284 de casos positivos, al menos 146 son del condado de Hidalgo.
Es aquí donde el juez Richard Cortez ha puesto mano dura con la población y ordenó “toque de queda”. Poco a poco se han estado cerrando los negocios y restaurantes y solo te dejan ir a los HEB o Walmart a comprar plátanos y naranjas.
Bueno también puedes comprar la comida chatarra de los Doritos, los Flamin Hot Cheetos y Ruffles que tanto les gustan a los mexicans.
Pero no importa aquí tenemos churritos con chilito de la Valentina, tamarindos con Tajín y vasos de horchata bien deli.
Ya sabemos que tienen cerrada La Plaza Mall, pero no se aguiten, a nosotros nos cerraron la pulga Jarachina, aunque todavía podemos dar el rol a la Plaza Juárez y no nos dicen nada.
Hasta que la Maki nos lo prohíba.