Hay de panistas a panistas y los azules tienen sus propias categorías, congruencias y grupos, cada uno jala por su lado, aunque al final los intereses los terminen uniendo.
En ese camino, hemos conocido panistas muy congruentes con sus ideas y deseos de hacer bien las cosas, con los cuales intercambiamos puntos de vista sobre diversos temas.
También hay los de doble moral que buscan el poder por el poder, pero son más delincuentes que los que se van o los que se quedan, como el panista que acaba de ser vetado por la Segob para alcanzar la Secretaria General de Gobierno por sus relaciones peligrosas, pero ese es otro tema que debe manejarse con pinzas en estos tiempos tan contaminados por la inseguridad.
Sin embargo, entre los panistas de pura cepa que hemos visto trabajar con transparencia y entusiasmo se encuentran personajes como JESÚS NADER NASRALAH, quien en su calidad de diputado federal gestionó recursos para Tamaulipas y desde la delegación del IMSS busco mejorar el servicio, privilegiando la calidad y calidez para los derechohabientes.
Lo vimos muchas veces discutir con doctores y directivos para exigirles que se esforzaran y abandonar la frialdad de sus números, horarios laborales y frialdad sindical para que se entregarán a su labor.
También hemos coincidido en tiempo y espacios con otros miembros del PAN con buenas intenciones y muchas ganas de hacer bien las cosas, que llevan en la piel su gran amor por México, como nuestra querida y bien recordada amiga LEONOR SARRE DE GUERRERO, una panista de querencia, no de conveniencia.
Y fue con LEONOR cuando tratamos por primera vez a ARTURO SOTO ALEMÁN, quien hacía sus pininos como representante de la juventud panista.
Era un joven con muchos planes, con ganas de comerse el mundo, quien nació en uno de los barrios más proletariados de ciudad Victoria.
Surgió desde la colonia Azteca, lejos del glamour del Casino o los rancios clubes sociales de la ciudad, pero con un gran tesón y entusiasmo de llegar muy lejos, por eso creíamos en su lema “Desde abajo con trabajo”. No era hipócrita cuando lo decía.
SOTO ayer lanzó un mensaje en las redes sociales, en el que establece su posición política tras competir y perder la elección por la alcaldía de ciudad Victoria por segunda ocasión:
“Amigas y amigos victorenses, el día de hoy la sala Regional del Tribunal Electoral ha tomado la decisión de confirmar el resultado de la elección de Presidente Municipal. No comparto esa opinión porque es distinto a lo que viví durante la jornada el pasado 5 de junio y que ustedes constataron y el equipo jurídico documento.
El alcalde electo tendrá la verdad jurídica, pero no la histórica, ni el cariño de los victorenses.
El mayor logro de mi familia y mío es contar con el cariño y la confianza de todos ustedes; con responsabilidad y por el bien de Victoria, le deseo éxito a la próxima administración municipal y les digo que los estaremos observando muy de cerca.
A todos ustedes amigas y amigos les quiero decir que ayer, hoy y mañana permaneceré de pie, en la lucha por hacer de Victoria un mejor lugar para vivir y desde donde esté, siempre guardaré este amor inmenso por mi ciudad y por mi gente por lo que siempre estaré trabajando para ustedes.
Este sábado arrancamos gira de agradecimiento.
Y eso sí, hay ARTURO SOTO para mucho rato…”
Y definitivamente SOTO es uno de los panistas bien intencionados que bien merece una mejor oportunidad en el próximo sexenio, donde podrá demostrar su trabajo y deseos de cambiar las cosas en Tamaulipas.
Bueno, por hoy es todo.
Adiós y aguas con los patinazos…
Contacto:
patinadero@hotmail.com
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