Arranca la semana con dos ‘golpes al bolsillo’ ciudadano; nuevo aumento a las gasolinas y nuevo aumento al kilo de tortillas.
Con una economía tan endeble como la de los trabajadores tamaulipecos estas acciones representan un acto violentamente rudo que demolerá cualquier expectativa de desarrollo familiar.
Sin mayor explicación, ésta semana amanecimos con la noticia de que pagaremos el litro de Magna a 7.38 pesos; el litro de Premium a 9.21 pesos y el litro de Diesel a 6.58 pesos. Claro, los nuevos precios tendrán vigencia, quizá, sólo los próximos cinco días.
El consumidor está muy molesto porque, en tan sólo una semana, el gobierno ha aplicado –de manera inédita– tres incrementos en los hidrocarburos.
Los efectos de ésta medida son funestos y en mucho se asemejan a los que hereda la violencia callejera; el robo y el atraco ya no estará sólo en las calles sino en las gasolineras y tortillerías también.
Con una diferencia muy especial; en la calle nos aborda el delincuente común mientras que en la gasolinera y la tortillería el atraco proviene de quien, presuntamente, debe ser garante de nuestra seguridad física e integridad económica.
Los nuevos aumentos, más los que vengan en los días siguientes, colocan la economía familiar en estado de coma.
La violencia económica está causando graves estragos y ya podemos ir comparándola con la violencia intrafamiliar y la violencia callejera.
La escasez de recursos también degenera en división de amigos y familias y la es esa falta de dinero lo que ha llevado a muchos jefes de familia a delinquir.
Lo grave es que este tipo de violencia viene de nuestras instituciones donde pareciera que hoy despachan hombres y mujeres que no son capaces de controlar el siniestro.
Los hechos violentos se suceden uno tras otro sin que nadie pueda con ellos: alza en la gasolina, alza en las tortillas, alza en el transporte, ‘cuotas escolares’ que nadie puede regular, exigencias escolares que nadie supervisa, cancelación de fuentes de empleo, incrementos indignos del salario, en fin… violencia desatada.
El incremento en kilo de tortillas a doce pesos es la peor noticia de los últimos meses.
Una gran parte de los hogares de los trabajadores en Tamaulipas sustenta su alimentación precisamente en la tortilla.
En muchos de estos hogares se compra más de un kilo diario.
¿Cómo harán los tamaulipecos para resistir?; no lo sé.
Lo único que sí sabemos es que tendrán qué hacerlo.
¿Qué hará el gobierno para resguardarnos?; no lo sé.
Y lo más grave es que parece que el gobierno tampoco lo sabe.
EL FINAL
Ya avisó Protección Civil municipal que septiembre será un mes muy activo en materia de tormentas; ¿estarán listas las medidas preventivas?
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