Pos What´s app (qué onda) with you brodi, no me digas que no has silenciado el bip de tu IPhone, porque yo que no tengo tanta lana, es uno marca Soriana.
La cosa es que si no sabes de tanta modernida’, el chinche pitidillo está suene y suene, que no me deja echarme una pestañita leve.
Ya le digo a la Rosa María a las dos de la madrugada “ya apágelei a tu mugre plis, suena a cada rato”, pero ella me endice que son sus business, de sus ventas de sus cremas que tanto vende de Ecolosía. No ‘tas tú para saberlo pero ya se jue a Cancún y a Ixtapa por tanto disque varo que junta.
Y pregunten quién es su principal comprador, oséase su mero güero petatero de la border. Pero bueno eso no importa, si hace muy ricos chilaquiles, como los de Sanborns con sus dos salsitas.
Bueno les diré, no sé tú brother pero con esto de la comunication entre my people, que dejaron de usar tanto el Face para concentrarse en el WhatsApp, quesque es más práctico, ajá, yo ya no sé para qué sirve.
Tengo como veinte grupos desde mis amigos de kínder, primera comunión, primaria, secundaria, prepa, mis brothers & sisters, mis brodis divorciados, mis alumnos de prepa, carrera, maestría (porque tengo maestría, que se creiban, soy gente decente), la people del futbeis, de la capirocha, del póngale la cola al burro, las canicas, las escondidillas y hasta del ahorcado.
Y ya te imaginas una little night, nochecilla, mientras se calla el móndrigo perico del vecino, que es guacamaya o urraca, pero no deja de dar sus graznidos mientras me quedo con los ojos bien pelados.
La cosa es que con tanto grupo tenes que pararle a tanta party, is too much for me, aprendes que el silence es lo más sagrado que hay in the life. Quédate un día sin dormir a pata tirada y no podrás ni levantarte in the next morning.
No pasa que las mentes brillantes que te mandan video tras video, tantos que mejor ya no ves la tv, si ya tienes chorros. Estos no vienen identificados, son como los huevitos Kinder sorpresa, no sabes qué móndrigos viene dentro: un video de un resbalón, una cachetada a un marido infiel, el chiste del pelao norteño, el bato amanerado, la chica en bikini o hasta en cueros y no falta siempre el negro de WhatsApp o del gritidillo “ah… ah… ah…” que me ha dado tantos sustos que me pongo rojo como tomate.
Yo ya no veo videos, es como ver la tele de Multimedios, es pura tele chafa, como la de los rancheros que pasan a taconear o la gente de las Noches del Jutbol.
En veces me mandan uno que otro interesantirillo, qué te motiva a llegar a la cima del cerro de Reynosa, perdón aki no hay, como las escalinatas de Rocky cuando se prepara para su next fight contra el moreno que tumba.
Lo bad de esto es que no sabes que te mandan, hasta te quedas todo paniqueado, con tanta mente enferma hay, a esos repetidores o enviadores de videocillos, no los manden a la raza serruchando la pata a otro, o el choque donde ves descuartizados con manos, brazos y cabeza por todos los laredos. Las cosas más canijas las he visto por WhatsApp, no sean así, no divulguen más violence, si les llega, dale delete, o seáse bórralas de volada.
No basta con quitarle la palomita azul pa’ que no sepamos quien te deja en visto.
El día que el WhatsApp genere paz, será cuando nos demos cuenta que haremos un best world, o no, que sepa la raza que ya no lee, que este medio electrónico nos debe dar cosas buenas para enriquecer el coco, porque todos se van por lo burdo, a lo simple, a no reflexionar sobre algo provechoso.
No se dejen intimidar, no reenvíen videos zonzos o violentos, hagamos de esta land, una más mejor que la dendenantes, porque estamos desinformado a la raza, creando huercos que ya no les gusta leer pero son muy listos para mandar tarugadas.