Tras la detención de Elba Esther Gordillo hay varias cosas que me quedan claras:
Es idéntica a la que se dio hace más de 20 años, cuando el entonces presidente Carlos Salinas de Gortari metió a la cárcel a “La Quina”.
El arresto suena más a una venganza política que un asunto de procuración de justicia.
La lista de líderes sindicales que deberían estar acompañando a “la maestra” en una celda es enorme.
A Carlos Romero Deschamps, dirigente del sindicato petrolero no le van a hacer nada… es Senador y tiene fuero.
Faltan muchos millones de pesos por agregarle a la lista de gastos de la presidenta del SNTE… hay que ver cuánto pagó por programas de televisión, regalos a amigos, sueldos de operadores políticos.
Elba Esther no va a pasar mucho tiempo tras las rejas. En unas semanas su equipo de abogados encontrará la manera de sacarla de su encierro.
Si en la PGR no se ponen vivos, vamos a ver repetidos los fracasos judiciales vividos en los últimos seis años, cuando el PAN tenía la sartén por el mango.
El Partido Nueva Alianza seguirá vivito, coleando… y recibiendo sus millones de participaciones públicas.
La detención no va a cambiar en mucho la percepción de la gente sobre el gobierno de Peña Nieto. Quienes lo adoran lo van a seguir queriendo y quienes lo odian seguirán pegándole hasta con la cubeta.
La educación en México NO va a mejorar. Para que así fuera habría que cambiarle la mentalidad a los miles de maestros que ya se acostumbraron a no hacer nada.
Sin embargo, de lo que no me queda la menor duda es una cosa: Nadie en este país va a salir en defensa de Elba Esther, pues están muy ocupados destapando la champaña para celebrar su desgracia.
diasdecombate@hotmail.com
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