Quienes se han emocionado con la serie “Yellowstone” protagonizada por el actor Kevin Costner, el propietario que defiende sus tierras de quienes pretenden despojarlo, veo que mucha de la historia no ha cambiado.
Si bien es ubicada en Montana, frontera con Canadá, el estilo de los vaqueros asemejan a los que hubo en Texas, a diferencia de las zonas áridas que hay en esta región. Cuando les platicaba de Santa Anna, que todavía hay mucha tela que cortar, en la época de 1840, pos los texanos ya tenían un par de décadas establecidos en esos territorios tan lejanos para el sistema centralista de Méjico (bueno póngale la x).
Por eso la Rosa María se emocionó con las tres temporadas de Netflix de la familia Dutton, nos faltaban dos más, pero yo las conseguí bien baras en la tienda de remates Black Friday de aquí cruzando a Hidalgo, Texas. Por supuesto que pasé por una Whataburger, pero por una de desayuno que viene con huevito estrellado, se las recomiendo.
Piensen que si entonces grupos de filibusteros invadían propiedades para llevarse el ganado en la frontera, sin contar con los constantes ataques de apaches, comanches u otros, no se separa a la problemática que ocurre en la serie Yellowstone, salvo que se ve más reciente.
Piensa brody que el sistema que nos tocará elegir a los jueces del Poder Judicial, en ese grupo se colará uno que otro filibustero, sin agraviar, porque podría no contar con los estudios que deben tener los que suponemos quienes cursaron durante años sus carreras, maestrías y diplomados.
¿Cómo ocurre en los Estados Unidos?
Si se supone que el presidente en turno y el Senado da las sugerencias de los puestos “jugosos” de los jueces. No debemos ignorar que en todo tipo de juicios, son convocados los ciudadanos comunes y corrientes para formar un juzgado temporal de tipo civil.
En México que ya empezaron los juicios orales, se aprecian este tipo de prácticas, salvo que aún no hay jueces de gente común como nosotros. Lo cierto es que aquel papeleo enorme de documentos que llenan espacios en los juicios, todavía existen en los 32 estados del país.
Quien ha pasado por un proceso legal para defender su propiedad debe de saber que estos son muy tardados y duran años. Por eso no debe de sorprendernos las triquiñuelas que hay actualmente, como si estuviéramos en Yellowstone o la época pre Revolucionaria, en que despojaban de tierras a miles de ciudadanos.
En la actualidad ¿ha habido un cambio? Porque en la CDMX se hablaba de un cártel inmobiliario, en que grupos de gente llegaban a tu casa con una orden de desalojo, bajo el pretexto de que eran los dueños legítimos.
Pos esas acciones también se acostumbran en la border, con grupos que obligan a sacarse de tu casa casi a patadas y hasta te llevan a una notaría para legalizar el proceso, con la amenaza de que pierdas la vida en caso de negarte a hacerlo.
Si eso era antes, pedimos a la Presidenta Claudia Sheinbaum que nos ayude para normalizar a Tamaulipas, que todavía tiene problemas con las prácticas raras de anteriores gobernantes.
A pesar de la inflación, aún no se siente la desconfianza de millones de personas que sienten que no tienen un patrimonio que puedan heredar a sus hijos.
Por eso seguimos en los tiempos del Viejo Oeste.