México, D.F. / Feb. 16
Por lo menos las Águilas ya se animan a abrir las alas, a intentar levantar el vuelo, aunque el miedo no ha desaparecido por completo.
La racha de cuatro cotejos sin ganar (dos empates y dos derrotas) comienza a cobrarle factura al América. Los pupilos de Jesús Ramírez son últimos en el “Grupo de la Muerte”. La necesidad de conseguir puntos es máxima.
El primer paso es sentirse seguros de lo que pueden lograr… Y Chucho ha conseguido que recuperen la fe en sí mismos.
“El equipo ganó mucho en confianza, en ritmo, en verticalidad, y eso se reflejó”, considera Guillermo Ochoa. “Tuvimos buena llegada, buena posesión. Para el poco tiempo de trabajo que tuvimos, se hizo bastante bien”.
El primer cambio realizado por el nuevo estratega azulcrema se dio en la retaguardia.
Atrás ha quedado la línea con cuatro zagueros. Tres defensas centrales y dos laterales con bastante salida es la propuesta de Chucho. La idea es llegar al equilibrio prometido.
Nominalmente hay más hombres en la última zona, pero el esquema permite ver a unas Águilas más agresivas, postura que les agrada.
“Me sentí bastante bien con la línea de tres centrales”, confiesa el arquero. “Bien adaptados, los defensas bien con las marcas, los laterales con mucha más llegada y el equipo se vio con mayor posesión y más ofensivo”.
Virtudes que se acentúan con la eficiencia en la zaga.
Por primera vez en cinco encuentros de liga, los amarillos lograron llegar a la otra orilla con su portería inmaculada, con la certeza de que un sólo gol podría alcanzarles para conseguir los tres puntos.
“Siempre es fundamental partir de las bases y mantener la portería en cero es clave y bueno para el equipo”, valora Ochoa. “Es muy positivo, porque te da la opción de que los de adelante tengan una oportunidad y puedas ganar el juego”.
Es ahí donde Ramírez pondrá mayor énfasis a su trabajo durante los próximos días.
Ante el hábil y dinámico ataque de los Jaguares de Chiapas, la defensa del América parece haber pasado la prueba.
El esquema táctico utilizado en el estadio Víctor Manuel Reyna pareció ser el idóneo para un equipo al que su fragilidad defensivo le ha generado muchas tristezas durante ya más de un año.
El tiempo para afinar detalles no es mucho, al menos no por ahora. Pasado mañana, Ramírez debutará en el Estadio Azteca, frente al Atlas. Tres días después, visitará a los Tigres.
No obstante, requiere sumar unidades para no rezagarse aún más en su sector.
“Chucho trabaja bastante bien”, subraya el cancerbero. “Se vio reflejado en el partido ante Jaguares, en el parado del equipo”.
“Es cuestión de que pasen los juegos, de tener tiempo y de trabajar durante la semana”, agrega. “Esta jornada doble nos va a venir muy bien”.
A final de cuentas, la desconfianza se esfumó.
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