Monterrey, N.L. / Octubre 9.-
A Guillermo Vázquez se le caía la cara de vergüenza. La banca no le era suficiente guarida para esconderse. Era un 4-0 en contra y faltaban 45 minutos. Al final, Ricardo Ferretti le tuvo piedad a su discípulo.
Rostros demacrados, espíritu dolido y orgullo lastimado en los Pumas. Fue una noche aciaga, donde se les escapó a los del Pedregal el liderato para caer hasta el quinto lugar de la tabla.
Juan Francisco Palencia terminó el partido haciendo faltas. Javier Cortés sólo perseguía a los atacantes norteños. Marco Antonio Palacios ya ni siquiera hacía corajes…
La defensa puma quedó hecha cenizas en el “Volcán”. Hasta Manuel Viniegra marcó. El contención nunca había hecho gol en su carrera en Primera División y para su estreno hizo una jugada que lo hizo ver como Lionel Messi, mientras los zagueros capitalinos caían hasta que el tigre se paró en el área para vencer a Alejandro Palacios (39’).
El técnico de Universidad sintió el final del primer tiempo como una tregua necesaria para su equipo ante el fulminante ataque de la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL).
Pumas fue mejor… los primero 10 minutos de partido. En ese lapso, a Emilio Orrantia le faltó atrevimiento para cambiar la historia del partido y adelantar a sus felinos, al tirar débil, sin gracia, ni tino contra la cabaña de los Tigres desguarnecida.
El “Tuca” hizo pagar caro ese error del cachorro auriazul. Le propinó a sus antiguos alumnos el peor primer tiempo de su historia en torneos cortos. Los felinos chilangos jamás habían recibido cuatro anotaciones en un primer tiempo. Nunca, hasta este sábado.
La puerta para la segunda humillación al campeón en lo que va del Apertura 2011 (la primera fue en Querétaro, 4-0) la abrió una picardía de Lucas Lobos que se combinó con la inocencia del Pikolín portero.
Palacios quiso adivinar la dirección de un tiro libre del volante de Tigres. Se equivocó y Pumas ya perdía 1-0 (18’).
Los demás goles de los felinos del Norte cayeron en racimo. Su capacidad goleadora creció a la par de la destrucción del autoestima de su rival.
Juninho hizo el segundo con un tiro —sin marca— que fue desviado (28’). Héctor Mancilla, con la vía del contragolpe dejó en evidencia a la zaga de su rival. Firmó el tercero para hacer inútil la barrida del último hombre de los capitalinos, el centro delantero David Izazola (36’). Viniegra rubricó el asalto a la cima de los Tigres con 21 puntos y mejor diferencia de goles que Cruz Azul.
Para el segundo tiempo, Ferretti ya no quiso ver más goles de su equipo. “Guardó” a Lobos y a Mancilla. Echó su equipo atrás, al ver a los Pumas con un hombre menos por la expulsión de Luis Fuentes y permitió un gol anecdótico de cabeza de Eduardo Herrera (82’).
El “Tuca” fue a consolar a sus antiguos alumnos al final de la vapuleada 4-1. Les dijo que no se cayeran. Mientras, Memo Vázquez apenas cabía en sí, el marcador fue muy abultado para un equipo que venía enrachado y eso que su maestro se apiadó de él.
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