México, D.F.-
Con una mejor solvencia económica, el Atlas destacó en el segundo semestre de 2014, sin embargo, no le alcanzó para terminar con esa sequía de 63 años que acumula sin lograr un título en el futbol mexicano.
La principal tarea que tuvo el equipo en el Torneo Clausura 2014 fue la de alejarse lo antes posible de la parte baja de la Tabla de Porcentajes y así permanecer la categoría.
Por ello, con el respaldo de Grupo Salinas, se acabaron las penurias económicas y comenzaron a adelgazar la nómina de Morelia, con la llegada del portero Federico Vilar, quien le dio seguridad al marco.
Ante la necesidad de sumar la mayor cantidad de puntos posibles, los tapatíos no fueron precisamente espectaculares, de hecho, durante grandes lapsos de la temporada fueron criticados, pero al final, todo se justificó al mantener la categoría.
Para el Apertura 2014, la tónica fue la misma, sumar puntos para subir en la clasificación de cocientes, pero ya sin la presión que vivieron meses anteriores, lo cual generó un futbol más atractivo, ayudado también por que se hicieron de los servicios de gente como el colombiano Aldo Leao Ramírez.
Pero sobre todo, porque consolidaron la idea futbolística de Tomás Boy, quien soñaba en conseguir el primer título en su carrera y el primero para Atlas en 63 años.
El triunfo como visitante sobre América en la última fecha alimentó las expectativas ya creadas en torno a este equipo, que parecía no tener mayor problema para superar los cuartos de final, en los que se vio las caras con Monterrey, al que derrotaron por la mínima diferencia en el Tecnológico.
Con el marcador a favor y con todo para avanzar en casa, dejaron en claro que no eran un cuadro tan sólido como se pensaba, incapaces de contener el mejor partido de los regiomontanos en el certamen, fueron derrotados 2-0, para así quedar fuera y sumar ya 63 años sin lograr un campeonato en el futbol mexicano.
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