Barcelona, Esp.-
Barcelona demostró que la Copa del Rey le queda como anillo al dedo y obtuvo su trofeo 27 en esta justa gracias a que dominó 3-1 al Athletic de Bilbao, de la mano de su delantero estrella Lionel Messi, quien aportó dos goles.
Al minuto 20, la “Pulga” fue el responsable de abrir camino para una nueva gloria azulgrana y para el 36 se unió a la fiesta el brasileño Neymar Jr., para “amarrar” desde el primer tiempo los honores de campeón.
Pese a que quedaba todo el complemento por delante, los “rojiblancos” desistieron rápido y conforme se acercaba el final del tiempo reglamentario, proliferaron las faltas para tratar de frenar al enemigo.
Sobre el minuto 74, por segunda ocasión el brasileño Dani Alves asistió a Messi para que se quedara con el crédito de una nueva anotación y apenas cinco minutos más tarde, apareció Iñaki Williams para hacer el de la honra.
Como las cosas se definieron rápido, el técnico Luis Enrique Martínez se decantó por un cambio especial al minuto 56, sentó a Andrés Iniesta y mandó “a la guerra” a Xavi Hernández, quien el pasado 21 de mayo oficializó su salida de la institución barcelonista, a la que sirvió 17 años como miembro del primer equipo.
Para el capitán blaugrana significó celebrar por tercera vez en Copa y sus compañeros siguen en vías de construirle un homenaje a toda orquesta antes de que se marche al equipo qatarí Al-Sadd.
Así pues, el detalle de ser “visitantes” en su propia casa, el Camp Nou, poco importó al equipo monarca de la Liga de España, que mandó varios avisos antes de abrir la cuenta y que ahora sí tiene las bases bien cimentadas para aspirar al famoso triplete (Liga, Copa y Champions).
La cifra de 27 victorias en el certamen de “Su Majestad” lo refrendó como ganador histórico, mientras en la otra cara de la moneda, el cuadro vasco se quedó con las ganas de interrumpir 31 años sin poder adjudicarse la corona.
Y aunque varias generaciones han pasado desde entonces, los “leones” tienen como consuelo que seguirán como la segunda franquicia más rentable en Copa, con cuatro alegrías menos que los catalanes, quienes este sábado sólo encontraron rival en las gradas.
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