“El enemigo de tu enemigo, es tu amigo”, reza un dicho popular que, no obstante, no se aplica en esta ocasión ni para Cruz Azul ni para el Guadalajara. Además de ser antiamericanistas y compartir grupo por primera vez en la historia junto a los Pumas de la UNAM y sus siempre odiadas Águilas del América, ahora también rojiblancos y cementeros comparten historia por medio de jugadores y ex ídolos que han usado ambas camisetas, como el director deportivo de la Máquina, Eduardo “Yayo” de la Torre, y su técnico y ex jugador Benjamín Galindo, además del goleador Miguel Sabah.
Aunque siempre se han visto obligados a dar el mejor de sus esfuerzos para ofrecer al público partidos de la más alta calidad y se han respetado dentro y fuera del terreno de juego, rojiblancos y cementeros iniciarán mañana una nueva historia de odio deportivo, de posibles celos profesionales que podrían llevar dicha rivalidad a algo más que un mero enfrentamiento deportivo.
Y es que luego de que “Yayo” fue importante en la historia de las Chivas como delantero en las temporadas 1991-1992 y más tarde como director técnico (Clausura y Apertura 2003), ahora como vicepresidente azul deberá vencer al equipo de su adoración.
Situación similar vive el técnico celeste Benjamín Galindo, quien tras haber jugado para el Rebaño Sagrado de 1987 a 1994 y más tarde del Verano de 2000 al Verano de 2001, encontró su momento de gloria y obtuvo un campeonato con La Máquina en las temporadas del Invierno de 1997 a la de Verano de 1999.
Por lo que toca al delantero Miguel Sabah, los de Guadalajara no pueden olvidar lo que hizo para ellos el jugador nacido el 14 de noviembre de 1979 en Cancún, Quintana Roo, cuando jugó con la playera rojiblanca del Invierno de 2000 al Apertura de 2005, para después incorporarse a las filas de la Máquina.
En ese tiempo Sabah cosechó para los tapatíos tan sólo 18 goles en 86 partidos, mientras que con Cruz Azul, del Clausura 2006 a la fecha y en 84 encuentros, ha logrado 38 anotaciones.
Pero, además de esos tres elementos, Cruz Azul busca con desesperación el camino de vuelta a esa grandeza perdida en los 70, cuando las finales se sucedían en cascada y con ellos los trofeos y las estrellas en su círculo heráldico, pues luego de aquella década de oro los cementeros han caído en un letargo en el que sólo han logrado un título (Invierno 97) en 28 años.
Y es que a partir de los 80 las costumbres se convirtieron en reliquias. Cruz Azul no volvió a ser más, ya no digamos un equipo que ganara finales, vaya, ni siquiera fue capaz de repetirlas en años seguidos. Así, de las seis finales a las que ha llegado entre 1981 y 2008 y que de paso, cabe decir, ha ganado sólo una, nunca ha podido repetir en dicha instancia al torneo siguiente.
Por otro lado está el orgullo y reto que implica para ambos equipos estar en el llamado Grupo de la Muerte, pues nunca antes los cuatro equipos más populares del futbol mexicano habían coincidido en un mismo sector ni tampoco en situaciones tan diferentes, pues aunque para Chivas y Cruz Azul el Clausura 2008 no fue tan malo como para el América y los Pumas, tampoco cumplieron con los objetivos.
Ahora y como cada torneo, ser protagonista y conseguir la duodécima estrella en su escudo es la meta del equipo que mantuvo en el banquillo a Efraín Flores, pero que dejó ir a dos elementos muy importantes en su accionar: la zaga ya no tendrá la solvencia en el juego aéreo de Francisco Javier Rodríguez que emigró al PSV Eindhoven de Holanda, ni de su último gran goleador, Omar Bravo, quien finalmente salió a Europa a probar suerte con el español Deportivo La Coruña.
Otro problema de último momento pero de igual importancia es la doble fractura en el antebrazo izquierdo que sufrió en el Superliga el portero Luis Michel, que lo dejó prácticamente fuera del torneo.
Cruz Azul tal vez es el equipo de este sector que mejores cuentas entregó en los pasados seis meses: llegó a la final bajo las órdenes del uruguayo Sergio Markarián, quien abandonó la Máquina.
Ya sin Óscar “Conejo” Pérez, Cruz Azul mantiene la mayoría de los jugadores y agregó al grupo al argentino Marcelo Carrusca, Alejandro Vela, Emilio Hassan Viades y al guardameta Sergio Blanco, lo que sin duda lo hace uno de los grandes favoritos de cara al Clausura 2008 por la continuidad que mantiene en su plantel.
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