México, D.F.-
Cada gol recibido acrecentó esa herida que no termina de cicatrizar. El terrorífico recuerdo de lo vivido durante el semestre anterior todavía causa dolor, por lo que ya se prepara un poderoso remedio.
Orden y astucia lo conforman. Ningún equipo admitió más anotaciones que el América (31), en la fase regular del Apertura 2011, afrenta que los hoy dirigidos por Miguel Herrera no quieren volver a sufrir.
Diego Reyes lanza la advertencia. Todo parece indicar que la “joya” de la cantera azulcrema integrará la zaga central junto a los gigantes sudamericanos Aquivaldo Mosquera y Oswaldo Vizcarrondo, reto que asume con ilusión.
Tercia de torres encargadas de aportar solvencia a un conjunto que hasta lució frágil de sentimientos durante el campeonato pasado.
“Recibimos muchos goles”, lamenta el chico. “Eso no puede volvernos a pasar y estamos trabajando para que no suceda nuevamente”.
La llegada del defensa central venezolano puede marcar diferencia, aunque sus nuevos compañeros sentencian que él solo no será solución.
“Sabemos que el trabajo defensivo no sólo corre por los zagueros”, apunta Paul Aguilar, quien aún lucha con Óscar Rojas por la titularidad en la lateral derecha. “Hoy por hoy, se empieza a defender desde el primer delantero, así es que estamos trabajando en eso”.
Contagiar seguridad desde la última línea es una de las premisas en la nueva versión de las Águilas, quienes confiesan que finalizar penúltimas el torneo anterior les arrebató el margen de error.
Están obligados a dar resultados desde el próximo sábado, cuando visitarán al Querétaro.
“Sabemos que estamos en deuda con la afición, con el club, con nosotros mismos, porque no hemos hecho un buen torneo, pero hay que trabajar y tratar de revertir eso”, comparte Aguilar. “Iniciar bien nos ayudará para recuperar esa confianza que tanto nos puede hacer falta, que los ánimos estén por las nubes para poder seguir haciendo el mismo trabajo”.
Vizcarrondo, Christian Bermúdez, Moisés Muñoz y José María Cárdenas, además del “Piojo”, son las nuevas piezas que inyectan mayor motivación a un grupo de futbolistas sedientos de revancha, dispuestos a limpiar el nombre de una institución tan laureada como castigada en los más recientes años.
“Tenemos jugadores con mucho talento y ganas de sobresalir, que es lo más importante”, valora Reyes. “Hay que hacerlo y olvidar ese fracaso que tuvimos”.
Lo que les permitiría cicatrizar la dolorosa herida.
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