Washington, EU.-
El Departamento de Justicia de Estados Unidos inició la cuenta regresiva para extraditar a los siete funcionarios de la FIFA detenidos el pasado miércoles en Suiza, mientras que Jack Warner, ex presidente de Concacaf, quien se entregó en Trinidad y Tobago, podría salir libre bajo fianza con el pago de 400 mil dólares.
En tanto se define la situación legal de 14 directivos y empresarios acusados por el gobierno estadounidense de crimen organizado, “lavado” de dinero y prácticas de corrupción por cerca de 150 millones de dólares, como parte de una red de sobornos que operó por más de dos décadas, los efectos de este escándalo han impactado en diversos países —desde Argentina hasta Australia—, donde se han iniciado investigaciones locales sobre el impacto de estos delitos.
El futbol sudamericano se cimbró, la mayoría de los inculpados son dirigentes de la región: el paraguayo Nicolás Leoz, el uruguayo Eugenio Figueredo; el presidente de la Federación Venezolana, Rafael Esquivel; el expresidente de la Confederación Brasileña de Fútbol, José María Marín; el presidente de la Federación de Costa Rica, Eduardo Li; el ex presidente de la Federación de Fútbol de Nicaragua, Julio Rocha, y el presidente de la Concacaf, Jeffrey Webb, están detenidos en Suiza.
Fuentes del Departamento de Justicia reconocieron este jueves que la extradición podría durar “varios meses”, pero confían en el contenido del expediente que han armado durante años, gracias a la colaboración, entre otros, de testigos como Chuck Blazer, quien permanece internado en un hospital de Nueva York tras una intervención quirúrgica.
Los detenidos anunciaron su intención de combatir la petición de extradición de Estados Unidos. En este caso, el Departamento de Justicia tiene un plazo de 40 días para formalizar y justificar ante la Oficina Federal de Justicia Suiza su solicitud para demostrar causa probable.
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