Ciudad de México.-
Desde hace una semana, Jorge Enríquez, ex futbolista de Chivas, está encerrado en su casa allá en Salamanca, España junto con su familia: su mujer y sus dos hijos, debido al Covid-19.
No puede salir más que a lo esencial, “a comprar comida, a la farmacia y ya”, dice el “Chatón”, jugador mexicano, ganador de la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Londres 2012 y que se fue en busca de fortuna a España, donde juega en un equipo de Tercera División.
Salamanca es un pueblo fantasma debido a la pandemia del coronavirus.
“Sí, estamos preocupados”, confiesa, “aquí nadie sale, está prohibido, los gendarmes detienen a las personas que están en la calle sin justificación, no hay nadie en las avenidas, a los supermercados sólo puede entrar una persona, se compra lo esencial, no más, tienen que entrar con guantes, con tapabocas, y debemos de mantener distancia entre las personas, todo está muy organizado”, dice.
La realidad es que el futbolista nunca pensó que esto se saliera de control, pero no hubo pronta respuesta de las autoridades sanitarias españolas, “se tomó todo muy a la ligera aquí, se oían casos en Italia, y de buenas a primeras aumentaron aquí y todo se desbordó, primero en el norte, después en el resto del país”.
Hubo un momento en que Jorge y su esposa estuvieron desesperados, “y nos quisimos regresar a México, estar con los nuestros, pero nos tranquilizamos, esperamos que todo esto pase, y ojalá en México se tome más en serio, por lo que he oído hay conciertos, reuniones, va a pasar lo mismo que aquí”.
“¿Que si me siento atrapado?… No, hasta ahora no, es algo que se debe hacer, pero ojalá que pronto pase”.
La rutina trata de ser llevadera, “con los niños pues nunca tienes tiempo de aburrirte, mi esposa se ha vuelto una experta en inventarle actividades para que estén activos y claro que le entro, tenemos que hacer de todo para que ellos no recientan el encierro”.