Pasadena, E.U. / Junio 25.-
Es la muestra de que el término “adaptación”, dentro del futbol, es más pretexto que necesidad.
José Manuel de la Torre está acostumbrado a coronarse en el primer torneo oficial que dirige de principio a fin. Lo hizo con el Guadalajara y el Toluca, por lo que su presente no le es completamente novedoso, pese al descomunal impacto que siempre representará dirigir al Tricolor.
Debutó como estratega con las Chivas, tras el sorpresivo despido de Hans Westerhof, la noche del 18 de marzo de 2006 y al comenzar el Apertura 2006 y planearlo desde pretemporada mostró a plenitud su capacidad como ajedrecista del balompié al guiar a los rojiblancos a su más reciente título de Liga.
El destino lo llevó a Toluca, donde dio aquella dulce vuelta olímpica con el Guadalajara. En su certamen de presentación como director técnico escarlata (Apertura 2008) levantó el trofeo que acredita al monarca, historia que podría alagar mañana sábado con la obtención de la Copa Oro 2011.
“Ha sido la consecuencia de lo que han mostrado los jugadores dentro del campo”, considera “El Chepo”. “No sé si sea el escenario perfecto [para continuar con la racha], pero para nosotros sí, porque estamos en la final y eso es lo que nos interesa”.
Exitoso en las instancias finales, De la Torre resalta las pequeñas diferencias entre dirimir una corona en dos partidos, como ocurre en el certamen local, y en un juego sin mañana.
“Son distintos, eso está claro, sobre lo que es una final en el torneo mexicano a una final en un solo partido, pero no deja ser lo mismo”, ataja. “Las circunstancias es que son 90 minutos o 120 y penaltis… Lo que sea necesario para ser campeón, y eso lo tenemos claro”, dice.
A diferencia de su enconado rival, la Selección Mexicana marcha con paso inmaculado en la actual competencia, lo que parece acentuar su condición de favorita, por más que el director técnico se esfuerce en apegarse al tradicional discurso.
“Estamos tranquilos. No es que me ponga favorito o no, pero son equipos muy fuertes”, afirma. “No podemos descuidarnos, ni subestimar absolutamente nada. Que hay veces que, en el papel, se ve a uno o a otro con un título de campeón… Eso no sirve. Lo que sirve es lo que se hace dentro del partido y que lo hagas bien para poder ganar”.
Los conjuntos que dirige suelen cumplir con ese precepto. José Manuel confía en que mañana no será la excepción, pese a que los más recientes duelos en suelo estadounidense favorecen a los hoy futbolistas de Bob Bradley.
“¿Quién dice que no (el Tricolor) está fuerte?”, reta. “El pasado no me importa, no tiene remedio, no hay manera de cambiarlo. Mi equipo ha mostrado gran solidez durante todo el torneo, a pesar de las circunstancias, y eso es lo que me interesa: qué es lo que vamos a hacer mañana”, asevera.
Sus gloriosos antecedentes refuerzan todavía más la confianza que irradia de cara a otra importante cita.
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