San Luis Potosí, S.L.P..-
Corre hacia el banderín con la mirada fija en el cielo. Allá, su hermano Gustavo, fallecido un año atrás, celebra junto con él. Carlos Fierro festeja su primer tanto en el máximo circuito. En la banca, la locura se desata alrededor del técnico John van’t Schip: utileros, auxiliares, jugadores suplentes… todos gritan el gol con el que Chivas vence al San Luis, por 1-0, en el Estadio Alfonso Lastras.
Guadalajara recurre a sus campeones olímpicos como última esperanza para conseguir la victoria después de cuatro jornadas de no hacerlo en el Apertura 2012. Pero al ’83, es el joven de 18 años quien resuelve el partido y da al conjunto tapatío su primer triunfo del torneo.
El arranque de partido, con sus tres medallistas de oro en Londres 2012 como titulares, es prometedor. Marco Fabián es quien más aporta, desde el extremo izquierdo. Miguel Ponce ofrece salida por esa misma banda. Jorge “Chatón” Enríquez, en cambio, sufre para encontrar su lugar en el esquema de John van’t Schip.
Los primeros minutos alientan la esperanza de un mejor futuro. Fabián, la gran esperanza rojiblanca, aparece al minuto dos. Toma el esférico desde la izquierda, hace el recorrido hacia el centro, dispara potente y apenas por encima del arco que defiende Óscar Pérez.
Enseguida, es “El Cubo” quien cabecea desviado, a centro de Marco Fabián, al ‘5. Seis minutos más tarde, una pelota recuperada cerca del área termina en los pies de Miguel Ponce, que ingresa por el costado izquierdo y remata potente; el balón pega en el travesaño antes de abandonar el terreno de juego.
Chivas, hasta este momento, es mejor. Sin embargo, el impulso inicial sólo llega hasta ahí. Después, el encuentro se traba en medio campo. Se vuelve un duelo “táctico” difícil de descifrar para ambos técnicos. El holandés Van’t Schip busca soluciones. Cambia de bandas a sus extremos, al ‘25: Omar Arellano va a la izquierda y Marco Fabián a la derecha. No funciona. Diez minutos después, vuelven a sus posiciones originales.
San Luis tiene la obligación por ser local, pero tarda en aparecer. Cuando al fin lo hace, Luis Michel se vuelve figura del Rebaño Sagrado: primero, el arquero rojiblanco vuela a su derecha para desviar un cabezazo de Andrés Cadevid (’37) y después tapa con las manos un potente disparo de Sebastián Fernández (’40).
En el arranque del complemento, oportunidades en ambos arcos. Moisés Velasco saca un susto al Rebaño Sagrado con un disparo lejano que toca el travesaño antes de abandonar el campo, al ’49. Dos minutos después, Marco Fabián roba la pelota afuera del área; Chivas tiene tres hombres al frente y sólo dos defienden, pero el campeón olímpico prefiere no tocar, la intenta solo. Al final, desperdicia la oportunidad cuando la desesperada zaga le roba el esférico.
Apenas una semana atrás, Marco Fabián se colgaba una histórica medalla de oro en el mítico Estadio Wembley. En el Alfonso Lastras, se muestra con voluntad, pero no es suficiente. Al ’61, hace una individual dentro del área. La jugada promete, pero no cumple: el remate pega en las redes, por fuera.
Jorge Enríquez, colocado como mediocampista por derecha, batalla tanto para encontrarse en el campo, que es sustituido al ’65. Entra en su lugar Luis Pérez, el natural de esa posición en el esquema de John van’t Schip, que reaparece luego de una lesión muscular en el abdomen.
Minuto 66: Héctor Reynoso se levanta dentro del área. Conecta de cabeza y la pelota se escurre a segundo poste. Tres rojiblancos intentan alcanzarla. Ninguno puede empujarla a las redes. Al ’69, de nuevo Marco Fabián: controla fuera del área, abre hacia la izquierda y saca un zurdazo desviado.
Con la entrada de “Lucho” Pérez, Guadalajara encuentra mayor equilibrio en el medio campo. El dominio nunca es claro. San Luis se hace sentir con peligro cada vez que se acerca al área rival. Sin embargo, el Rebaño Sagrado sabe que puede poner fin a la sequía.
El partido se acerca a la recta final con una seria amenaza de empate sin goles. Pero todavía hay tiempo de escribir una página más en la historia. Marco Fabián desde la banda izquierda, levanta la mirada. Manda un servicio al corazón del área. San Luis se pierde por completo en la marca. Carlos Fierro se levanta al encuentro con la pelota. Su cabezazo, cruzado y abajo, estremece las redes. Gol de Chivas, al ’83.
La algarabía se desataca en el conjunto rojiblanco. Es un gol que significa mucho más que tres puntos. Es el tanto que brinda confianza en el trabajo realizado. Los cuestionamientos podrán esperar por un tiempo. Y aunque el sistema todavía no se ejecuta como debe, el equipo tendrá ahora tranquilidad.
Por eso, tras el silbatazo final de Jorge Antonio Pérez, el plantel tapatío levanta los brazos. Los jugadores se funden en un abrazo con John van’t Schip. Los auxiliares hacen lo mismo. Todavía no aparece el mejor futbol, pero el Guadalajara ya conoce la victoria. Es la primera en del proyecto holandés.
Previo al arranque del encuentro, la directiva de San Luis entregó un reconocimiento a los campeones olímpicos que juegan para Chivas: Marco Fabián, Jorge Enríquez y Miguel Ponce. La ceremonia fue muy breve, pero los medallistas de oro en Londres 2012 fueron aplaudidos por la afición del Estadio Alfonso Lastras.
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