México, D.F. / Julio 29.-
Son cuatro torneos consecutivos sin alcanzar los cuartos de final, alejado del protagonismo que marcó al América durante décadas. Jesús Ramírez lo sabe, pero no se conforma con regresar a la Liguilla… No, el director técnico de las Águilas se ve campeón en diciembre próximo.
La noche del miércoles, en San Luis, los azulcrema inician un camino que Chucho espera sea culminado con la vuelta olímpica del Apertura 2009.
“Sí, quiero ser campeón con América. No puedo pensar de otra forma”, explica el estratega. “Sería muy conformista pensar en sólo clasificar; eso es un paso, nada más, un paso para llegar al objetivo final, que es ser campeón. Y sí, me veo siéndolo en el América, porque siento que el equipo lo puede hacer”.
“Tenemos que estar ahí, en los primeros lugares, y lucharemos porque así sea”, agrega ilusionado.
Pero Chucho no se va a la cama sólo con el anhelo de coronarse. La delicada posición del América en la tabla porcentual, también le ocupa.
Actualmente, las Águilas se ubican en el sitio 14 de la clasificación que define el descenso, pero sólo tienen cinco puntos de ventaja sobre el penúltimo lugar: Tigres.
“Sí, lo he pensado. El ganar partido a partido nos estará alejando de esa situación y nos estará acercando a la cúspide”, afirma. “Esperemos salir pronto de esto, para poder estar mucho más tranquilos y acceder a los primeros lugares, pero es obvio, y creamos conciencia de dónde vamos a arrancar en el porcentaje”.
Sus jugadores también lo tienen en el pensamiento, por más que el discurso suela girar en torno de las altas aspiraciones o al título.
Por ello, la espectacularidad podría ser sustituida por efectividad en algunas ocasiones, sobre todo, mientras no se alejen del cociente.
“Hemos tratado de generar una conciencia en los muchachos de que, más allá del jugar bonito, hoy debemos saber jugar”, revela. “A veces tenemos que ganar 1-0 y no se jugó bonito, pero es 1-0 y nos va a servir igual que si ganáramos 3-0 y bonito”.
Después habrá tiempo para agradar a la tribuna, pues América es de esos clubes en los que las formas sí importan.
“Obviamente, uno piensa en todo, en el complemento: que ganemos, que el equipo juegue bien, porque este equipo es eso. No me imagino al América de otra forma”, reconoce. “No me imagino al América con todos tirados atrás. Es una forma. Hay mil de poder ganar, pero este equipo, por los jugadores que tenemos, va pensando en ese equilibrio”.
“Soy más para adelante, para la ofensiva, pero siempre me ha gustado que los equipos tengan orden”.
Fórmula con la que espera coronar al América por primera vez en cuatro años, y despojarlo de los fantasmas del descenso. Sí, a Chucho le tocó vivir entre el cielo y el suelo.
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