Guadalajara, Jal. / Octubre 17.-
Con sangre y sudor los mexicanos Eric Gálvez y Arturo Salazar consiguieron esta tarde un oro más para la delegación nacional al proclamarse campeones de squash dobles varonil en los Juegos Panamericanos de Guadalajara 2011.
En un duelo intenso, la dupla tricolor supo resolverlo en dos sets, luego de 76 minutos, para dejar la pizarra a su favor por parciales de 11-7 y 11-9.
De esta manera México ya puede presumir cuatro metales dorados, luego de los dos cosechados ayer en pentatlón y taekwondo y de la otra presea áurea por conducto de Samantha Terán y Nayeli Hernández, también en squash.
La pareja mexicana tuvo enfrente a unos gigantes estadounidenses, Cristopher Gordon y Julian Illingworth, a quienes enfrentaron de tu a tu, para resolver el intenso partido en dos sets.
Desde que pisaron la duela, Gálvez y Salazar lo dieron todo, ambos cosecharon una buena cantidad de puntos, por lo que los ánimos no se hicieron esperar y poco a poco sus rivales se fueron “calentando”, lo que generó algún par de empujones durante la disputa de la bola y errores.
En 33 minutos se adjudicaron el set por 11-7, para que la gente gritara sin parar “México, México” y “Queremos Oro”, ante la minoría norteamericana que no dudó en apoyar también a los suyos.
El segundo set, los nacionales se vieron abajo en el marcador por 1-3, pero su fortaleza los llevó a remontar con grandes acciones, ya que no daban ninguna bola por muerta y arriesgaban el físico en cada dificultad, Galvez, campeón en los Panamericanos de Río 2007, fue quien más veces visitó el suelo y salvó grandes jugadas.
Debido a ello, a los 13 minutos de la segunda manga ambos tuvieron que ser atendidos por el cuerpo médico, ya que sus uniformes estaban manchados con sangre, por lo que detuvieron el sangrado de los nudillos de Salazar y del codo y dedo de Galvez, para molestia de sus rivales, aunque a estas instancias los anfitriones ya estaban 5-4 arriba.
Continuaron disputando punto por punto hasta el 9-9, cuando México se despegó para el 11-9 y lograr así el tan sufrido triunfo, así como una nueva presea aúrea para la delegación de casa.
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