Sao Paulo, Brasil.-
La perfección de los Perros Aztecas no tuvo cabida en Brasil. El Corinthians, campeón del mundo, lo único que tuvo que hacer es imponer su jerarquía, sin despeinarse, para resquebrajar el invicto del Tijuana en la Copa Libertadores mediante una goleada (3-0).
Mirada perdida, absorta e incrédula de Antonio Mohamed. De pronto, el técnico de los fronterizos se dio cuenta de la abismal diferencia entre ambos clubes, que quedó escondida hace ocho días, cuando triunfaron en el estadio Caliente
El monstruo blanco del Timao apareció inclemente para destruir a unos Xolos que se resistieron, pero que comenzaron a desmoronarse.
El sistema defensivo, casi inmaculado de Tijuana y que presumió hasta ser campeón del futbol mexicano, no pudo con las figuras del equipo brasileño que hace no mucho se coronó en el Mundial de Clubes.
Un disparo de Renato estrelló el balón en el poste en dos ocasiones, situación que aprovechó Alexandre Pato (26’) para inaugurar la victoria de su equipo y la debacle canina en el estadio Pacaembú.
El Corinthians, entonces, se encontró con su mejor versión. Alentado por su público, olvidó la gris actuación que tuvo en tierra mexicana, donde cayó derrotado para darle un golpe de realidad a los monarcas de nuestro balompié.
Los sudamericanos no tardaron mucho en ampliar la ventaja. El desconcierto tijuanense era brutal. De todos los lugares de la cancha recibían embates del Timao y su resistencia terminó por ceder por no tener el esférico.
Otra gran jugada del Corinthians sirvió para el 2-0 en el tanteador. Mohamed seguía sin encontrar soluciones al acertijo brasileño y el partido se le fue de las manos.
Mientras, Paolo Guerrero aprovechó un centro de su compañero Renato, de gran partido y deslumbrante actuación, que firmó de una volea espectacular que agarró a contrapié a Cirilo Saucedo (36’).
La celebración en el coso del campeón del mundo de clubes se desató aún con mayor vigor, cuando los anfitriones aumentaron su ventaja.
Los Xoloitzcuintles se dieron cuenta de que el duelo estaba perdido desde la primera mitad, sin mayor remedio. Prefirieron aguantar atrás para evitar la goliza de escándalo que hacer la apuesta por el descuento.
Aún así, el 2-1 estuvo en los botines de Alfredo Moreno, pero su disparo se fue desviado, a centímetros del poste. Ese hecho terminó con las esperanzas de los visitantes.
Como un anfitrión hambriento, los brasileños fueron por más para consumar la goleada. Encontraron el abultado marcador al minuto 82, con anotación de Paulinho.
Tijuana supo en cuanto llegó el silbatazo final, que pudo haber estado invicto durante tres partidos, pero para aspirar a conquistar la Copa Libertadores aún le falta mucho para rasguñar a uno de los candidatos al título como lo es Corinthians.
La cara de Antonio Mohamed quedó descompuesta por el golpe de realidad que le asestó un inclemente Timao en el Pacaembú, para resurgir.
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