San Luis Potosí / Mayo 1.-
No fue la mejor forma, ni lo planeado, mas al final de cuentas se logró: Cruz Azul clasificó. El empate a cero con los Gladiadores colocó a La Máquina con 26 puntos, aunque deberá cerrar de visita la serie de cuartos de final, muy posiblemente ante el Atlante, a menos que el América supere este domingo por cuatro tantos de diferencia a los Pumas, lo que convertiría al Morelia en rival de los Cementeros.
Lo realizado en San Luis no puede dejar muy satisfecho a Enrique Meza, porque aunque es verdad que los celestes tuvieron las mejores llegadas de peligro, sobre todo al final del juego con dos remates de Christian Giménez al poste y uno más que salió desviado, en defensa se volvieron a observar fallas claras que pueden resultar vitales en una eliminatoria a ida y vuelta.
Si La Máquina aspira a hacer algo grande en las finales deberá, ante todo, dejar de depender de José de Jesús Corona; la seguridad que transmite el portero va más allá de las fallas defensivas, aunque contra San Luis se le hayan plantado pocas veces cara a cara. La media cancha mejoró en el trato de balón con la presencia de Gonzalo Pineda, quien sigue sin poder terminar un juego completo, pero urge que Gerardo Torrado regrese para poner la voz de mando. Adelante hay llegada. Emanuel Villa y Christian Giménez se conocen con los ojos cerrados, la entrega de César Villaluz y el refrescante ingreso de Javier Aquino abren posibilidades, aunque esto no vale de nada si falta la contundencia a la hora buena.
San Luis se aprovechó de la lentitud de la zaga cementera para explotar la velocidad de Wilmer Aguirre, quien en varias ocasiones se les escapó tanto a Waldo Ponce como a Néstor Araujo. Para evitar tanta llegada, Meza cambió su formación para jugar con línea de cinco en el fondo, lo que ayudaba a que un defensor siempre cuidara las espaldas, además de tener mucha más salidas por las laterales.
Gracias a esto el partido fue equilibrado. Los Gladiadores apostaron a dominar la media cancha para salir en largo; Cruz Azul no abandonó su filosofía de hacerse del balón para controlar las líneas de juego, mas tan indeciso estaba el esférico de dejarse maniobrar por alguien que el juego cayó en una dura lucha sin cuartel, con pocas llegadas.
Fue hasta la segunda parte, cuando ambos cuadros quisieron soltarse el pelo, el ingreso del joven Isijara le dio mucha más velocidad a los sanluisinos, y Cruz Azul respondió con la entrada de Aquino. Poco a poco el plantel con más recursos salió avante, éste fue el de La Máquina que ganó metros en la cancha, se posicionó en el centro del campo y con el Chaco en segundo aire, tuvo las mejores llegadas.
Primero mandó un disparo al larguero; después en una pared con Villa volvió a mandar el balón al poste y para terminar con la trilogía de llegadas, en un mano a mano echó el balón por un lado de la portería.
San Luis poco pudo hacer para contestar. El nervioso andar de la zaga cementera fue lo que le dio posibilidades, pero ninguna que no pudiera controlar Jesús Corona.
Así Cruz Azul entra a las finales. A las 14 horas de hoy sabrá si se enfoca en Atlante o quizá apunte a Morelia. Para los juegos de cuartos de final recuperará, en la ida a Horacio Cervantes, quien ya cumplió su sanción, y en la vuelta a su capitán Torrado, si se recupera de su lesión. Por ahora Meza ya tiene la renovación de contrato y una nueva oportunidad de exorcizar al demonio más fuerte: el de la falta de título.
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