México, D.F.-
La Máquina nada más no arranca. Segundo juego en casa y segunda pérdida de puntos. Cruz Azul no supo aprovechar el hombre de más que tuvo durante toda la segunda parte y no pasó de un insípido empate a un gol.
Un punto que sabe a pérdida, ya que ante un tuzo disminuido por la expulsión de Mauro Cejas, simplemente no se pudo y lo peor, pareció que no se quiso. Cruz Azul fue predecible, falto de intensidad y los refuerzos, Omar Bravo y Maranhao, quien debutó, no marcaron diferencia.
Pachuca se fue adelante con un buen gol de Jaimen Ayoví, lo que La Máquina respondió con el empate de Emanuel Villa y ya. Se acabaron las emociones de un estadio Azul que abucheó al final a su equipo.
Pachuca simplificó el futbol que intentaba hacer Cruz Azul. Mientras que La Máquina en su probado estilo tardaba en llegar, más de diez toques al área rival para colocar sus cañones y fusilar, Los Tuzos en tres pases llegaban a zona de peligro y esto fue coronado por Ayoví (19’).
El gol hizo reaccionar a los azules, por lo menos intentaron ser más veloces en la transición defensa-ataque, como consecuencia Bravo “celebró” su primer gol como cementero por escasos segundos, ya que fue anulado al abandonar la pelota por línea de meta y minutos después, Alejandro Vela desperdició un gran servicio de Christian Giménez.
Pachuca era muy peligroso por el contragolpe, mas la onza era cementera y Emanuel Villa (29’) definió en dos tiempos para el empate.
Más las cosas no eran claras para ningún equipo. Cruz Azul sufría demasiado la ausencia de Gerardo Torrado en medio campo ya que la ofensiva de Pachuca se paseaba sola delante de los centrales cementeros y los Tuzos simplemente no podían parar al “Chaco”.
La balanza la inclinó quien había sido el mejor hombre de Pachuca en el primer tiempo; Mauro Cejas había vuelto locos a los centrales celestes, pero inexplicablemente en vez de buscar que le pegaran, pegó un manotazo sobre Néstor Araujo y propició su expulsión (43’), así que para el segundo tiempo, Cruz Azul tenía todo a su favor.
El local intentó aprovechar. La primera propuesta fue Javier Aquino, pero viendo Enrique Meza que no había necesidad de tener dos contenciones decidió debutar a Maranhao.
En la primera opción fue desarmado por Eddy Brambila; en la segunda sufrió la barrida del joven Herrera y en la tercera el árbitro Gasso le quitó la oportunidad de cobrar un tiro de esquina. Pero con todo esto, Cruz Azul no lograba crear verdadero peligro, Ni Villa, mucho menos Omar Bravo, tenían opciones claras para liquidar el juego.
Pasaba el tiempo y Cruz Azul se conformaba con la igualada. El hombre de más no se notaba y Pachuca, con el tiempo a su favor, deja que los locales se apoderen del juego.
La desesperación que al final notó Cruz Azul hizo que los cinco minutos de más que le dio el árbitro Gasso de nada sirvieran. Simplemente, La Máquina nada más no arranca, volvió a perder puntos en casa, puntos que más adelante, cuando inicie la Libertadores, van a hacer mucha falta.
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