Torreón, Coah. / Nov. 25
Fueron unos cuantos minutos de charla telefónica, de recordar viejos tiempos en el América, de comprobar que la amistad sigue intacta pese a los años transcurridos, pero sobre todo de comprobar que Cuauhtémoc Blanco no es un producto de la mercadotecnia, sino un enamorado del futbol.
La relación entre Pablo Cañedo White y Blanco se hizo sólida en 1996, justo cuando el hijo de Guillermo Cañedo fue nombrado presidente de las Águilas y el talentoso atacante comenzaba a escalar hacia el éxito.
Por eso, el hoy miembro de la directiva del Santos Laguna no dudó en llamar a su amigo para ofrecerle la posibilidad de retornar al futbol mexicano en plena Liguilla, con el equipo que defiende el título.
El sí fue automático. Cuauhtémoc es un hombre al que no le espantan los retos. Igual disfruta el llano, que el Estadio Azteca, el Toyota Park o el Corona.
Y es que, a reserva de percibir algunos premios económicos, no ganará más de lo que ya tenía garantizado en su contrato con la Major League Soccer (MLS), el cual estipula que hoy debería estar de vacaciones… Las que disfruta a su modo: jugando futbol.
Por supuesto, las facilidades que otorga la MLS para prestar a los jugadores de los que posee los derechos federativos hicieron el resto.
Blanco vino a los Guerreros gratis, igual que David Beckham al Milán y Landon Donovan al Bayern Munich. No hay costo por su préstamo, aunque el equipo debe cubrir el sueldo del jugador durante el tiempo que éste participe.
En el caso del Temo serán aproximadamente 220 mil dólares.
El futbolista del Chicago Fire fue el segundo mejor pagado de la MLS durante la temporada que recién concluyó. Su salario garantizado fue de 2 millones 666 mil 778 billetes verdes, cantidad que sólo fue superada por los 6.5 millones ganados por el Spice Boy en el Galaxy de Los Ángeles.
De golpe, y aunque sea por este mes, el nuevo ídolo en la Comarca Lagunera será uno de los jugadores mejor pagados entre los que participan en la Liguilla.
Sin embargo, su llegada al equipo ha estado caracterizada por la mesura, por la tranquilidad, por el deseo de aportar para que el Santos obtenga el bicampeonato, lo que ha sorprendido gratamente a la cúpula albiverde.
“Su humildad es muy grande”, sentencia Alejandro Irarragorri, presidente de los Guerreros, entrevistado vía telefónica. “Tal vez, uno ve a estas figuras y las considera de una forma distinta por lo que reflejan a través de los medios, pero la verdad es que es un tipo sumamente humilde, sumamente comprometido, con muchas ganas de trabajar y de lograr cosas”.
“Como él mismo lo dijo, está consciente de que tiene la oportunidad de ser campeón otra vez en el futbol mexicano y, junto con este grupo de guerreros, sé que va a luchar hasta el último instante porque así sea”, agrega.
A final de cuentas, Blanco se adaptó inmediatamente a la dinámica de los laguneros, en la que destacan figuras como Oswaldo Sánchez, Daniel Ludueña y Matías Vuoso.
De hecho, el pasado domingo charló durante varios minutos con Christian Benítez, cuya fractura del peroné en la pierna derecha abrió la posibilidad para que llegara al club. La plática fue sellada con risas y bromas entre ambos.
— Licenciado Irarragorri ¿qué le dijo Cuauhtémoc cuando llegó al Santos?
— Primero, me expresó agradecimiento por haber pensado en él. Después, su compromiso de venir a sumar, a aportar, y obviamente las ganas que tenía de pertenecer a un equipo que inspira lo que hoy Santos inspira a la afición.
Porque aquella charla telefónica con su amigo Pablo Cañedo White le inyectó la motivación que necesitaba para volver a la liga en la que su sola presencia ha incrementado el interés en la fase final.
“Es un guerrero de espíritu y ha encajado perfectamente bien”, valora el presidente de los Guerreros. “Todos en el grupo están satisfechos con su humildad, sus ganas de trabajar y tengo mucha fe en que esto irá progresando todos los días”.
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