Guadalajara, Jal.-
Pueden omitirse tanto el pastel como los regalos. Hay poco que celebrar. Este jueves 8 de mayo, el Guadalajara cumple 108 años de vida. No son los mejores tiempos. Se trata de un triste aniversario, pues el equipo está hundido en problemas tanto deportivos como extra cancha. La grandeza de Chivas ha sido mancillada en los últimos meses. No está el ánimo como para festejos.
En 1906 nació el equipo que se convertiría en leyenda. A iniciativa del belga Edgar Everaert, que había llegado para trabajar en la Perla Tapatía, fue fundado el Unión Football Club. Dos años más tarde, cambiaría su nombre a Guadalajara. En los inicios del Rebaño Sagrado, nadie imaginaba una crisis como la que hoy atraviesa.
La administración de Jorge Carlos Vergara Madrigal, quien compró al equipo en 2002, ha venido a menos en torneos recientes. Tras la obtención del que hasta ahora es el único título de su gestión, en 2006, comenzó a desmantelarse el plantel, que perdió poco a poco sus principales figuras, hasta convertirse en una escuadra cuya “filosofía” era promover el desarrollo de los jóvenes.
Así, Chivas comenzó a alejarse de los títulos. Sus 11 campeonatos lo mantienen como el club más ganador del futbol mexicano, empatado con el América. Pero hoy, vive más de su pasado, tiene un pobre presente y un tétrico futuro, pues el fantasma del descenso se encuentra a sólo tres puntos de distancia.
Deportivamente, el cuadro rojiblanco llega a 108 años de vida sumergido en el mar de la mediocridad. En los últimos tres torneos, ha quedado eliminado en la fase regular, condenado a ver la Liguilla por televisión. Eso se ha repetido en ocho de las últimas 12 campañas. Guadalajara ha dejado de ser protagonista.
Esa pobreza numérica explica los problemas porcentuales. En los más recientes cuatro torneos, Chivas ha hecho 23, 16, 12 y 21 puntos, respectivamente. El acumulado (72) de esos dos años en los que sólo disputó una Liguilla provocará que arranque el próximo año futbolístico sólo tres unidades arriba del Puebla, penúltimo de la tabla porcentual, únicamente por encima del equipo que ascienda.
El Rebaño Sagrado perdió el rumbo. Una serie de proyectos fallidos tienen al equipo en crisis. La llegada del holandés Johan Cruyff, como asesor, parecía el inicio de una buena época. Pero Vergara lo corrió apenas seis meses después. Los siguientes intentos con otros técnicos ofrecieron los mismos malos resultados.
A nivel directivo, la inestabilidad se ha vuelto el sello de la casa. Hoy, el destino del club se encuentra en manos de Juan Manuel Herrero (presidente deportivo), Juan Francisco Palencia (director deportivo) y el recién nombrado Rafael Puente (director operativo). En ellos recae la responsabilidad de buscar al nuevo técnico y negociar con otros clubes para que esta vez no se repita el pretexto de que “a Chivas no le venden”.
Si entre los tres no son capaces de armar un plantel competitivo, el descenso será una angustia constante a lo largo del próximo año. Además, a la institución le urge un título que le permita nuevamente tomar la cima en solitario, pues ahora la comparte con América y tiene la amenaza de que Toluca también alcance 11 copas en el actual Clausura 2014.
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