Los Tecos de la Universidad Autónoma de Guadalajara (UAG) derrotaron esta noche 1-0 a las Chivas del Guadalajara en partido de la fecha 2 del Torneo Apertura 2008 jugado en el estadio Tres de marzo.
Efraín Flores, técnico de las Chivas, apuró tanto su paso que alcanzó al arquero Sergio Rodríguez antes de que éste llegara al vestuario.
Caminó rápido y callado, como queriendo olvidar la desastrosa noche.
Desastrosa porque perdió ante la UAG, su nueva figura (Omar Arellano) salió lesionado y porque el Rebaño Sagrado mostró una desesperante ineficacia ante el marco enemigo.
Defecto del que careció su rival, a pesar de que sólo Daniel Alcántar pudo vencer (minuto 73) al novato Sergio Rodríguez, quien cada vez se nota más consolidado en la portería rojiblanca.
Y es que la anotación de los Tecolotes no fue su culpa.
Esa factura debe cobrársele a Antonio Olvera, quien despejó aquel balón de manera infame, lo que fue bien aprovechado por Alcántar.
Lo cual explica la desazón que reflejó el rostro del joven guardameta tapatío mientras los pocos aficionados zapopanos que acudieron al inmueble celebraban el preludio de la nueva pesadilla chiva en la zona conurbada de Guadalajara.
Sí, los pupilos de Flores volvieron a ser locales en la casa de los Tecolotes, pero es una escena que ya es una costumbre para los universitarios.
A final de cuentas, la de ellos levantando el puño en un ambiente hostil también ya lo es.
Las Chivas acumulan cinco partidos consecutivos (dos empates y tres derrotas) sin salir del Tres de Marzo con el botín completo.
La más reciente ocasión se presentó el 26 de octubre de 2003 (4-2), con dos goles de Miguel Sabah, uno de Omar Bravo y otro de Isaac Romo.
De hecho, Ramón Morales es el único jugador que participó aquella vez y se mantiene en el equipo, donde también participó Joel Sánchez, un hombre que hoy complicó el panorama de la UAG.
La dura barrida sobre Sergio Ávila, que le valió la tarjeta roja (minuto 28), parecía nublar el panorama del conjunto dirigido por José Luis Trejo, pero la falta de contundencia chiva le ayudó a salir adelante.
Sí, Arellano y Alberto Medina desquiciaron a los zagueros locales, pero carecieron de precisión en el toque final, lo que —poco a poco— fue desesperando a su entrenador.
El ingreso de Sergio Santana, en lugar de Omar Esparza, provocó que el Guadalajara jugará con tres delanteros nominales, movimiento que no arrojó los resultados esperados.
Al contrario, llegaron a encimarse en varias ocasiones… Hasta que Arellano se lesionó la ingle derecha en aquella jugada en la que intentó rematar un servicio de Morales, lo que pone en duda su presencia en los trabajos de la Selección Nacional.
Lo que fue el colofón de otra negra noche zapopana para las Chivas, que ahora ya están a cinco puntos del inesperado líder del llamado Grupo de la Muerte: la UAG, un equipo que comienza a tomar oxígeno en la cruenta lucha por no descender a la Primera División A.
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