Foxboro, Massachussets / Julio 12.-
Las selecciones de Estados Unidos y Haití empataron 2-2 durante un encuentro que se llevó a cabo en la cancha del Gillette Stadium. El equipo caribeño ha quedado con cuatro puntos en el Grupo B y con ello clasifica a los Cuartos de Final de la Copa de Oro; Estados Unidos por su parte, acumuló siete puntos que lo llevan al primer lugar del mismo grupo.
La imagen fría y calculadora que Bob Bradley suele irradiar en la banca estadounidense, se esfumó gracias a la selección haitiana.
Y es que los caribeños estuvieron a punto de derrotar al hoy “gigante” de la Concacaf. Es cierto, los locales participan en la Copa de Oro con un equipo alternativo, pero en sus planes nunca estuvo sufrir tanto frente a Haití.
Es por eso que Bradley dejó a un lado los formalismos y aplaudió efusivamente el golazo de Stuart Holden (91’), ese que le permitió rescatar un sufrido empate a dos anotaciones.
Fue el tanto que le aseguró a Estados Unidos el liderato del Grupo B y lo colocó en el panorama de México, si el Tricolor cae mañana domingo ante Guadalupe y Panamá golea a Nicaragua.
Pero hoy sábado, los haitianos demostraron que este equipo estadounidense no es invencible. Al contrario, puede ser vulnerable si se le quita la pelota.
Lo que consiguieron durante los primeros 10 minutos del complemento, esos en los que el rostro de Bradley se descompuso tanto como el funcionamiento de sus pupilos.
Con más ímpetu que futbol, los caribeños acorralaron a sus rivales, aunque consiguieron la ventaja gracias a aquel soberbio bombazo de Mones Chery (48’).
Luis Robles comprobó por qué ni siquiera es el arquero titular en la Copa de Oro. Nervioso, impreciso, inseguro y con serias deficiencias en el juego aéreo, el joven mostró un nivel muy bajo con relación al de Troy Perkins o Brad Guzan. De Tim Howard, ni hablar.
Pero Holden jamás abandonó su compromiso de ser el generador de juego ofensivo y rescató la situación.
El volante del Dynamo de Houston vive a la sombra de Landon Donovan, es difícil que sea titular en las eliminatorias, pero en la Copa le ha enseñado a Bradley de lo que es capaz.
Más allá de su espectacular gol, el creativo estadounidense provocó que los poco más de 20 mil aficionados que acudieron al estadio Gillette nunca perdieran la fe.
Además, Haití contribuyó a alimentar los sueños de la igualada. La mirada incrédula del estratega Jairo Ríos era la mejor expresión de lo que pasaba por la mente de los caribeños: ni siquiera ellos creían estar al frente en el marcador.
Así es que ya no se acercaron al marco de Robles con el 2-1 en su favor. Decidieron aguantar la ventaja… Y se quedaron a dos minutos de conseguirlo.
Aunque sus rostros nunca reflejaron tristeza. Total, el empate también les alcanzó para clasificar a los cuartos de final, en los que se encontrarían con México si el equipo dirigido por Javier Aguirre supera mañana a Guadalupe.
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