Houston, Texas.-
En dos minutos, la Selección Mexicana de Futbol convirtió un insípido empate en una contundente victoria.
México derrotó 3-1 a la selección de Venezuela, en el primer juego del año, un juego rudo, en donde el equipo nacional comenzó como tromba, para después pasar a jugar a las “luchitas” ante los incómodos sudamericanos y, al final, gracias a dos destellos, obtener una victoria que en el papel parece contundente, pero en el fondo deja algunas dudas en el accionar.
Fue un difícil encuentro para México, Venezuela desde hace tiempo dejó de ser un equipo fácil, que era carta de triunfo para cualquiera, es más, los de la Vinotinto se fueron arriba en el marcador con tanto de Édgar Greco (minuto 51); México sufrió para empatar y lo encontró gracias al mismo Greco, quien desvió un fuerte disparo de Carlos Salcido que mandó el balón al fondo de las redes (al 68).
Ya al finalizar el encuentro, con muchos cambios realizados, México salió de los golpes para meter un poco de futbol coronado por Rafael Márquez Lugo (al 87) y Oribe Peralta (al 90), quien marcó el mejor tanto de la noche en el estadio Reliant.
El inicio de México fue desenfrenado, a alta velocidad, la cual ni siquiera los propios jugadores tricolores podían controlar. El Tri se hizo del medio campo, explotó las bandas, pero a la hora del pase a gol, éste era equivocado, además de que los defensas venezolanos estaban sobre los puntas mexicanos: Marco Fabián y Oribe Peralta.
Venezuela utilizó el “hacha” como respuesta para el acoso mexicano y el Tri respondió de igual forma.
Fue hasta la segunda parte que las áreas comenzaron a visitarse. Primero fue Venezuela la que festejó, gracias a un error de marcación de la defensa mexicana, que permitió que Greco marcara en un centro a primer poste.
De la Torre se preocupó, no era nada bueno iniciar el año con una derrota. Con la Vinotinto echada atrás, Chepo decidió jugar con un sólo contención y mandar al equipo más al frente.
El cambio dio frutos. Carlos Salcido, con ayuda de Greco marcó el empate y para salvar el orgullo, México se fue con el resto de sus fuerzas por el triunfo.
El tiempo pasó y los sudamericanos se conformaban con el empate. Sacaban todas sus malas artes para salvaguardar el marcador, hasta que sucedió. A dos minutos del final, Javier Aquino revolucionó el ataque mexicano y metió un servicio que Marco Fabián remató para que Márquez Lugo, en el rebote, anotara el segundo y ya en la agonía, Oribe Peralta aprovechó un descuido para marcar el mejor tanto de la noche, al mandar el balón al ángulo superior derecho.
México cantó victoria. Qué mejor manera de empezar el año, y más con un equipo combinado, lleno de jóvenes a quienes les servirá de mucho la experiencia, de cara a las eliminatorias olímpicas.
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