Torreón, Coah.-
Despertó. Tardó cinco jornadas en afilar sus garras goleadoras, pero lo hizo como un felino hambriento para cazar con un doblete a Santos (2-1) y ya amenaza al Cruz Azul.
Emanuel Villa, por fin, se reconcilió con su gran cómplice, el gol. Se le había complicado desde que se enfundó en la playera de los Pumas, pero lo hizo justo en el momento en que su equipo más necesitaba el triunfo.
El “Tito” ya extrañaba sentir la euforia de la anotación. Había confesado días antes que la necesitaba como alimento, porque “de esos vivimos los delanteros y mentiría si dijera que no me urge anotar”.
Ayer, en el estadio Corona, el delantero argentino encontró la portería. Primero con un control preciso dentro del área. Los defensas santistas no supieron cómo quitarle el esférico al letal artillero.
Villa sólo buscó el espacio para mandar un disparo cruzado. Lo envió por debajo de las piernas de Aarón Galindo para estrenarse como delantero de Universidad en partido oficial. El balón al fondo de las redes de Oswaldo Sánchez, el estadio en silencio y el éxtasis del auriazul (30’) en pleno apogeo.
Un grito en el cielo de Torreón, fuerte como un rugido para sacarse todo el rencor por no haber anotado en las cuatro fechas anteriores, que entre postes y atajadas de los guardametas habían gestado.
Llegó otro gol para el “Tito”, el que era suficiente para darle mayor tranquilidad a los universitarios en casa de Santos, donde no ganaban hace siete años.
Un cabezazo certero, esquinado del sudamericano en la cabaña de Oswaldo alegró más aún a Joaquín del Olmo y desesperó a su par Benjamín Galindo en el área técnica.
Fue entonces cuando empezó el asedio de los Guerreros, quienes jamás dejaron de pelear.
Llegada tras llegada, los locales amenazaban primero con el descuento en el marcador. Pero Carlos Darwin Quintero se encargó de errar lo que pudo ser no sólo recortar la ventaja puma sino hasta la ventaja de su equipo. Tres llegadas claras de gol que el colombiano dejó escapar.
Fue hasta el minuto 61 cuando Santos puso el 2-1 y a ilusionase con un hipotético empate, tras una anotación de Daniel Ludueña, tras una serie de rebotes.
El tiempo se fue y los goles del inspirado Emanuel Villa fueron suficientes para que los Pumas vencieran, llegaran a siete puntos en el Torneo Apertura 2012, misma unidades en las que se estancaron los actuales campeones.
Ahora, el “Tito” Villa retará a Cruz Azul, su ex equipo, la próxima semana en Ciudad Universitaria, con las garras recién afiladas.
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