Monterrey, N.L. / Diciembre 17.-
La página oficial de fifa.com destacó en su sitio el logro de los Rayados del Monterrey, que logró el campeonato del futbol mexicano al vencer al Cruz Azul, por marcador global de 6-4. La nota la tituló “El ángel de Monterrey”.
La siguiente es la crónica, donde llamó imparable al equipo regio.
Minuto 54 del partido de vuelta de la final del fútbol mexicano. Humberto Suazo toma la pelota por la banda derecha, levanta la cabeza y saca un centro medido al segundo poste del marco de Cruz Azul. Aldo de Nigris se levanta por detrás de su marcador. Su salto parece durar una eternidad y su remate, perfecto, sacude las redes del indefenso Jesús Corona. Golazo digno de un título.
De Nigris corre hacia la tribuna, se saca la camiseta rayada del Monterrey y muestra en el pecho una imagen casi igual a la suya. En la espalda, la leyenda “AdeN, 9-11”. La referencia no puede ser más clara para quien Aldo considera “su ángel”, su recientemente fallecido hermano Antonio, inspiración del delantero para una liguilla de ensueño y para un campeonato que no pudo ser mejor homenaje para el héroe caído.
Momentos difíciles, reacción invaluable
El 16 de noviembre de 2009, falleció Antonio de Nigris Guajardo. Tenía sólo 31 años, y al momento de su muerte jugaba en el Larissa FC de la liga de Grecia. En ningún lugar se sintió más profundamente la pérdida que en el Monterrey. No sólo porque el delantero había sido uno de los grandes ídolos del equipo, marcando 37 goles en 65 partidos, sino porque su hermano Aldo seguía sus pasos en la punta del ataque del equipo Rayado.
Unos días más tarde, Aldo y Alfonso despidieron a su hermano en la cancha del Estadio Tecnológico. El estadio entero homenajeó al ídolo entre aplausos. El equipo, que ese día jugaba los cuartos de final de la liguilla del fútbol mexicano, enfrentó y venció al América por 1-0 en aquel encuentro, con gol, nada menos que del propio Aldo.
Al terminar el partido, entre sollozos, De Nigris dejó fluir sus emociones tras una jornada intensa como pocas. “Toño es mi ángel. Yo sé que él quería que anotara hoy. Durante la temporada, él seguía todos los partidos desde Grecia, se desvelaba y sé que él estuvo aquí presente. No sólo le dedico este gol, le voy a dedicar la vida entera porque fue un ejemplo para todos”, afirmó el delantero.
Y hubo una dedicatoria más, ésta de parte del equipo entero. Jugadores, directivos y aficionados se prometieron que ganarían el título del fútbol mexicano en honor al delantero fallecido, y que dejarían hasta la última gota de sudor en la cancha por honrar su memoria.
UN EQUIPO IMPARABLE
Desde entonces, el Monterrey fue irresistible. Con una inteligente estrategia instrumentada por el técnico Víctor Manuel Vucetich, los Rayados empataron el partido de vuelta ante el América en el Estadio Azteca (1-1), y se clasificaron a las semifinales, donde los esperaba Toluca, un formidable rival que había terminado en el primer puesto en la temporada regular.
Pero a estos Rayados ya no los impresionaba nadie. En su irreductible fortín del Estadio Tecnológico y con Aldo de Nigris desatado como nunca, derrotaron 2-0 a los Diablos, con un doblete del delantero que, por supuesto, volvió a mencionar a su hermano como la máxima inspiración para las hazañas del equipo. En el partido de vuelta, el Monterrey volvió a tener el control total y, con otro empate (1-1), se deshizo del Toluca.
En la final, un tercer grande, Cruz Azul. Y el partido en el Tecnológico no pudo empezar peor. En el medio tiempo los Rayados perdían por dos goles (1-3) ante un rival que parecía invencible. Pero, como sucedía en las últimas semanas, el equipo volvió a sacar fuerza en el momento más necesario. En un segundo tiempo inolvidable, el Monterrey dio la vuelta al partido y se llevó un triunfo que no esperaba ni el más optimista de sus fanáticos (4-3).
Y en el partido de vuelta, el centro de Suazo, el salto del 11 y la pelota en la red. Golazo y a gritarlo como nunca. Por el equipo, la afición y por Antonio, por supuesto, la inspiración del Monterrey, y de su hermano Aldo que reflejó toda su emoción en estas palabras: “Mi hermano es mi ángel y estará siempre conmigo, toda la vida. Antonio, mil gracias”.
Discussion about this post