México, D.F. / Mayo 15.-
En el rostro de la medallista de bronce, Tatiana Ortiz no hay un dejo de arrepentimiento, la fosa quedó atrás y con el apoyo de su familia dará inicio al primer día de su nueva vida. Ella no puede esperar.
“Sobre todo pasar tiempo con mi familia, el poder estar en cumpleaños, ocasiones especiales, involucrarme más con ellos, mi carrera me inquieta muchísimo. También preparar mi vida ahora como pareja y pensar en un futuro en una familia”, dijo Ortiz ante la mirada de sus padres.
Para la clavadista, la familia constituye un vínculo muy fuerte, que incluso a lo largo de su carrera ha defendido para lograr, hasta donde le era posible, mantenerse cerca de ellos. Fue por eso que no emigró a Monterrey cuando el equipo de elite al que pertenecía junto con Rommel Pacheco y Paola Espinosa, partió.
Cuando el momento más importante de su vida deportiva llegó, sus padres cruzaron el mundo entero para acompañarla y presenciar cómo hacía historia en la plataforma de 10 metros junto con Espinosa.
“Fue todo lo que implica la medalla, estar ahí en el podium, saber que mis papás estaban ahí, poder correr y abrazarlos, ese es un momento que se me va a quedar grabado para toda mi vida, abrazarlos y llorar los tres porque para los tres era un sueño bien importante, un momento muy especial”, dijo.
— ¿Y qué hay de la otra familia, la que se queda en la fosa?
– Eso es lo que voy a extrañar, la convivencia, pasar un rato ameno a pesar de que eran sesiones muy intensas de entrenamiento, también el poder viajar y conocer otros países, es lo que más me llevo, haber ido a tantos lugres y conocer culturas tan interesantes, es lo único que voy a extrañar.
Con la partida de Ortiz, el equipo nacional se queda sin un valioso elemento, y nadie lo sabe mejor que su compañera y amiga, Paola.
“Como amiga está contenta, me desea mucha suerte , me dice ‘te deseo mucha suerte en tu nueva vida’, pero obviamente como compañera de sincronizados le da mucha tristeza, vivimos cosas pues tan importantes como ganar la primer medalla olímpica, es algo muy significativo para las dos pero en el fondo está muy contenta de que haya tomado esta decisión”, manifestó.
El olor a cloro, el calor húmedo de la fosa y la poca iluminación natural que recibía el pequeño cuarto donde se encuentra la cama elástica y la alberca de esponja, quedarán como un recuerdo de lo que un día significó su vida entera, pero nada más.
“No, eso no lo voy a extrañar, sé que tengo las puertas abiertas en el Comité Olímpico Mexicano, en cualquier momento me puedo ir a dar una vuelta, en algunos años me gustaría recordar y estar ahí con mis compañeros, pero el deporte ahora sólo lo haré para mantener mi salud”, afirmó Tatiana con convicción.
En esos muros se quedará también la historia de esfuerzo que la llevó a ganar su pase a Juegos Olímpicos, luego de haberse quedado fuera del campeonato mundial.
“Mi actitud fue seguir luchando yo sabía que aunque no fuera al campeonato mundial aún tenía una oportunidad más para asistir a Juegos Olímpicos en lugar de concentrarme en por qué no fui y que injusto, y pensar ‘¿por qué me está pasando esto a mi’, quise pensar más allá y no quise cerrarme las oportunidades que yo podía conseguir”, afirmó.
Con esa mentalidad comenzó a labrar el camino a la medalla olímpica, que paradójicamente le dio la pauta para saber que tenía que decir adiós a los clavados.
Ortiz ya coqueteaba con la idea de retirarse después de los Juegos Olímpicos de Beijing 2008 y al consagrarse con el bronce, la señal de que había terminado ese ciclo apareció.
Después, a principios del 2009, cuando descubrió que estaba esperando un hijo, la segunda señal que confirmaba su deseo de terminar con el deporte fue definitiva.
Aunque poco tiempo después experimentaría una de las tristezas para las cuales ninguna mujer está preparada, perder al bebé que esperaba.
“Fue una gran prueba para decir, hay que prepararse no sólo físicamente sino mentalmente, hay golpes muy fuertes que ni con todo el entrenamiento ni la preparación puedes afrontarlos, lo traté de tomar de la mejor manera, salí adelante bastante bien, es un recuerdo que va a quedar ahí, pero que ahora puedo hablarlo y decirte soy una mejor mujer y salí adelante”, dijo decidida, la nueva Tatiana Ortiz.
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