Puebla / Noviembre 22.-
José Luis Sánchez Solá se despojó, con trabajos, del rosario que llevaba en el cuello. Fue necesario que alguien le ayudara, porque se le enredó en la bufanda. Al fin, luego de mucho batallar, lo acomodó en una bolsita, junto a un sinnúmero de medallas y figuras religiosas, las que había acomodado cuidadosamente en un altarcito dedicado a la Virgen de Guadalupe. Antes de partir apagó la vela, junto a la imagen de San Juan Diego.
Es El Chelís, el hombre que cree en los milagros y que tiene al Puebla con la esperanza de ganar el próximo sábado en el estadio Azul para llevarse la serie frente a La Máquina.
“Aunque no ganamos, hoy vi que la afición salió contenta, porque jugamos un digno partido de Liguilla, y les digo que este es el equipo de Puebla. Enfrentamos a un rival poderoso, que supo aprovechar las que tuvo, pero no dudamos en repetir esto y pienso que el camino ya está hecho”, comentó el estratega del Puebla, seguro de lograr el pase.
“Hay imponderables, pero hoy al Puebla no le faltó nada. Del árbitro no digo nada, como siempre, con aciertos y fallas, pero en eso no me meto”, dijo, escarmentado por sanciones económicas añejas. “Pelearte con los jueces está cañón”.
Alejandro Acosta, autor de uno de los goles, y quien salió debido a una lesión muscular, explicó que espera recuperarse y participar en el duelo de vuelta: “Sentí un piquetito atrás, ojalá logre estar listo”.
Enrique Meza, entrenador de Cruz Azul, destacó: “Sacamos un empate, cuando en todo el año no habíamos registrado uno solo y me parece merecido, aunque muy apurado. Así se juegan tradicionalmente las liguillas en México, cambia mucho la forma de jugar de los equipos y los aficionados salieron contentos, porque el encuentro resultó muy emotivo”.
El Ojitos nunca imaginó tantos goles en el partido, pero sí la intensidad que vio a lo largo de los 90 minutos de juego.
“Ocho goles son demasiados, afortunadamente nos sobrepusimos después de la segunda voltereta. Tuvimos equivocaciones que son el pan de cada día y no me sorprendió la actuación del rival”, confesó.
El goleador Emanuel Villa, silenciado anoche, pese a ser el campeón goleador, explicó: “Uno trabaja para el equipo y hay veces que entra y otras que no, pero lo importante fue el resultado”, se conforma.
Jaime Lozano, autor de un par de tantos, aceptó que se frenó a la hora de la barrida de Jared Borgetti. “Cuando él viene, me freno y uno cuando siente un contacto, ¿qué vas a hacer, no?”, expresó Jimmy, convencido de que Cruz Azul todavía necesita de un mayor esfuerzo para llevarse la serie.
Dedica tanto a De Nigris
Más allá de celebrar la proximidad del empate histórico con el paraguayo José Saturnino Cardozo, tercer mejor goleador de todos los tiempos del futbol mexicano, Jared Borgetti dedicó el gol —que lo pone a uno más de igualar al gladiador guaraní— a Antonio de Nigris, quien falleció la semana pasada. “Sé que su hermano le rindió el mejor homenaje al marcarle un gol al América, pero pensé que podía anotar y se lo dedico a él de corazón. No teníamos una gran amistad, ni quiero hacerme publicidad, mas fuimos compañeros de profesión y se me hace justo”.
Borgetti, a un gol de José Cardozo
Al anotar el cuarto gol del Puebla, Jared Borgetti quedó a un tanto de José Cardozo, tercero en la lista de goleadores históricos en el futbol mexicano con 249. Cabinho es primero con 312 y Carlos Hermosillo hizo 296.
Olivera marca gol que hace historia
Nicolás Olivera hizo el gol más rápido en la historia de las Liguillas, al anotar el primer gol ante el Cruz Azul a los 14 segundos de iniciado el partido. Santiago Baños (Atlante) tenía la marca anterior con 17 segundos, tras marcarle al Santos.
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